31. El beso de la soledad (Manoli VF)
Ella estira mis cabellos, tensándolos hacia atrás. Los recoge sobre mi nuca, convertidos en finísimas cuerdas, que sitiarán mis recuerdos impidiéndoles escapar. Me pide que cierre los ojos y con su mano de niebla rocía, alrededor de mi cabeza, ráfagas de memoria que rescata de algún extraño lugar. Me da un beso silencioso y permanece a mi lado mientras la nube de incienso mezcla ensueño y realidad.
Es muy original tu relato Manoli. Muy escueto y sin embargo, nos dejas toda una vida llena de sueños, nostalgias y recuerdos. Me he imaginado una gran caja llena de todo ello. Suerte.
Besicos muchos.
Muchas gracias, Nani. La imagen de la «caja de sueños» es un bello símil de lo que puede llegar a ser, o nos gustaría que fuese, lo que escribimos: una gran caja de sueños que tenga su sitio, siempre, en nuestra realidad.
Besazos
Manoli, breve pero lleno de sueños y recuerdos. Bastante poético.
Suerte
Un abrazo
Gracias, Blanca. Me gusta que lo veas así.
Un abrazo.
Esta mujer protagonista, por un lado, es despojada de su memoria, al tiempo que esa misma peluquera tan especial inserta en ella otro tipo de recuerdos. Se trata de una persona invadida por la soledad, que necesita una pequeña dosis de sueños para pensar que otra vida es posible, una dosis de fantasía necesaria para sobrellevar una realidad que no termina de llenarla.
Ruego me disculpes si no he sido capaz de interpretar tu historia de una manera aproximada a la idea original. Encantado siempre de leer tus letras, que ojalá a partir de ahora se prodiguen mñas
Un abrazo y suerte, Manoli
Querido Ángel, tú tienes, además del don de escribir, el don de saber leer entre líneas, lo que no está escrito. Por eso ¿A qué disculparte? Tus comentarios siempre son un regalo para mí.
Respecto a la interpretación, lo que no deja de asombrarme y me gusta, es precisamente esa capacidad del lector para interactuar con el texto. De hecho, creo que el texto solo se completa cuando el lector saca su conclusión. Para mí la literatura, a diferencia de las matemáticas, al no ser una ciencia exacta, tiene ese plus de magia.
Muchas gracias, Angel.
Un gran abrazo.
Manoli, me ha encantado tu relato, lleno de soledad y poesía.
Me ha transportado junto a una mujer con alzheimer. Un canto, una queja, una personificación de la propia dolencia. Un remedio físico/metafórico para luchar contra ella: el trenzar los recuerdos.
Una amalgama sensitiva, sutil, atrayente que envuelve al lector como a la protagonista.
El poder de tus letras.
Un abrazo grande.
La memoria es selectiva, Amparo y, también subjetiva. Por eso cada uno tiene su propio recorrido, algo así como un tren que se va parando en diversas estaciones hasta llegar a destino. Creo que algo así ha pasado con mi texto. Que a cada uno le remite a un lugar.
De tu análisis me quedo con eso que has captado: los recuerdos trenzados para que no escapen -por mucho que estos quieran escapar- recuerdos fijados con laca, a los que la protagonista, sí o sí, se tiene que enfrentar.
Todo es subjetivo, Amparo, recuérdalo.
Mil gracias por leerme y por comentar.
Precioso relato lleno de poesía. Contiene metáforas sobre los recuerdos y los sueños que, a veces, nos roban los años o la enfermedad. Los olores o una música los rescatan del olvido mientras permanece su estela.
Me ha gustado mucho, Manoli. Te deseo mucha suerte.
Besos muy apretados, amiga.