82. El Celador
El Celador
Ya sé que es un inmenso honor haber sido escogido para formar parte de la primera misión tripulada al espacio.
Pero para una persona como yo, sin conocimientos de navegación ni con una especial preparación física para soportar las necesidades de un vuelo de estas características, se le hace extraña la elección.
En mis múltiples intentos de rechazar el nombramiento, para el que no me siento idóneo, la superioridad al mando de la operación, ha respondido con la necesidad de contar con mi total entrega para la causa.
Así que solo me resta esperar estar en condiciones para el día de la famosa cuenta atrás, estar preparado para poder zamparme una buena cena, como las que les dan a los condenados, en su último ágape.
Los compañeros de viaje están en celdas separadas de la mía, pero su bullicio llega hasta mí de forma nítida y ensordecedora.
Al no poder de momento interactuar con ellos, me limito a silbarles para que sepan de mi presencia y se calmen un poco, aunque están ajenos a la operación viaje, las circunstancias ambientales les superan un poco.
Supongo que probarles los cascos y trajes les incomodan algo a los monos.
Creo que es lo que debe de pensar un monopasajero, en estas circunstancias.
una buena cena y un silbido a los compañeros.
Me ha gustado como lo has desarrollado, hasta llegar a la sorpresa final.
Saludos y suerte
Muchas gracias! Veremos como se comportan los monos 😉
Saludos.
A veces, algunos no entienden cuando se dice «no», como le pasó a tu celador.
Me da pena el futuro que le espera al pobre hombre en esa misión.
Le deseo mucha suerte, aunque me da que no la va a tener.
Muy divertida la frase final.
Un abrazo
Mucha suerte ciertamente no le espera 🙂
Un abrazo!
Muy agradecido por tus amables palabras, esperemos que el pobre celador tenga suerte.
Un saludo!
Por lo que sea, antes de que develases algunos detalles de la trama, pensé en Laika. De modo que algo en el texto que sugiere lo correcto sin llegar a decirlo.
Felicidades, yo creo que eso es muy buena señal; o al menos así lo valoro.
Suerte!!
Muchas gracias, supongo que hay que dejar alguna pista no? 🙂
Un saludo!
Alfredo, simpatica situacion contada con originalidad. Suerte y saludos
Muchas gracias Calamanda, esperemos tener suerte 😉
Saludos.
¡Pobre hombre! Me gusta la idea que has tenido. Suerte.
Muchas gracias, por leer, comentar y animar 😉
A mí me has engañado de largo. Inesperado ese final que nos deja (al menos a mí) con una sonrisa de complicidad al entenderlo todo. Mucha suerte 🙂
Gracias! Una suerte haberte distraído y entretenido un poco 🙂