95. EL CHICO DE LA BICI…
La bicicleta era su pasión, por eso cada día su ilusión era salir de la escuela lo antes posible y poder pedalear sobre su bici. Poco le importaban los días fríos de invierno, ni los calurosos de verano para perderse por caminillos entre frondosos eucaliptos, aunque hubiese algunos tramos de tener que cambiar los papeles y fuese él quien tuviera que cargar a cuestas con ella.
Aquel día fue la lluvia la que le sorprendió al salir de clase. Y fue en un cruce de caminos donde nunca pasaba nadie, otro ciclista cruzaba con el mismo pensamiento, esconder la cabeza bajo la capucha del capote para evitar que el aguacero le diese de lleno en la cara. Sin percatarse uno del otro los dos rodaron por en el suelo quedando el chico inconsciente. Fueron horas angustiosas hasta oírle preguntar por su bici.
Su afición por la bicicleta creció con los años, llego a ser conocido en el pueblo por ganar alguna carrera ciclista.
Aprovechaba cualquier situación para subir a ella. Cuando faltaba el chocolate de los regalos en la tienda, pedaleaba treinta kilómetros de ida y vuelta, para que nadie quedase sin el preciado chocolate y su premio.
Rafaela, bonita historia, de las de antes, bien ambientada. Suerte y saludos
Gracias Calamanda, se agradece tu comentario. Saludos.