58. El cuento (Marta Trutxuelo)
«Y colorín colorado… Y ahora, a dormir, campeón».
Cierra los ojos, bucea hasta el fondo de la cama y el niño se deja engullir por las fauces de ese monstruo suave y feroz llamado edredón. «Una princesa sola en la torre más alta de un castillo, esperando a que la rescaten, con un dragón al acecho. Llega un príncipe, la salva y se la lleva lejos del castillo, del dragón, de todo lo que conoce… ¿por qué?», musita el pequeño. Aquella mañana, camino del colegio, confiesa su preocupación a su padre. «¿Y si ella ya fuera feliz?». Éste le recuerda que se trata de un cuento, pero le sigue el juego: «Dame una razón para que una princesa sea feliz con un dragón». Y el niño señala una ventana en lo alto de un edificio: una doncella de dulce rostro, grácil busto y ¡una exótica cola de dragón! «¿Y si no fuera un cuento?», replica el niño… Pero, como por arte de magia la hija de la princesa y el dragón vuelve a ser la criada que recoge la recién desempolvada alfombra tapizada con una impresionante extremidad de reptil que colgaba del alféizar de la ventana.
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Hola, Marta.
El título no puede ser de lo más genérico y atractivo en principio, pero es que luego nos
damos cuenta de que es justo el que el relato necesita. El niño y su padre, la princesa y el dragón. La realidad y la fantasía en torno al cuento clásico, que al niño se le ha contado. El niño preguntándose por qué (los niños siempre tan en la mayéutica) necesita el extrañamiento la princesa. Pudiera ser feliz o mucho con el dragón. Por qué apartarla de él. Y en un giro mágico la hija de la princesa y el dragón vuelve a ser la criada unida a la alfombra tapizada con una extremidad del reptil. La inspiración a la que te ha conducido la contemplación de la fotografía es magnifica, y solo hay que atender para constatarlo a los renglones de tu relato. Mi más muy mayor enhorabuena, feliz todo para ti siempre y mutxu pottolo bat.
¡Muchas gracias por pasarte a comentar, Edu! Me alegro de que te haya gustado… la verdad es que no se me ocurría nada, hasta que dejé de pensar y vi sólo lo que mostraba la foto… y me dejé llevar… un poco simple, pero bueno…
¿Y tu cuento? No te encuentro por ningún ladoooo… dime en qué número estás, plis, plissss…
Espero que hayas pasado muy buenos días de fiesta.
A disfrutar lo que queda del martes!
Un besazo para ti también! Y gracias!!!!
Muxu pottolo bat
Marta
Hola, Marta. Lo tengo fácil: me sumo a los parabienes de Eduardo. Además, para no ocurrírsete nada, has conseguido, con aparente «sencillez», darle alas a un verdadero cuento. Y a mi no me parece tan «simple». Enhorabuena. Cambiando de tema, el relato de Eduardo es el titulado Metamorfosis, con el número 6. Suerte. Saludos.
Gracias mil, Jesús, por pasarte a comentar, con tan buenas críticas además, y por el chivatazo… a ti también te he encontrado, je, jeeee!!!
Suerte también para ti y tu Penélope!!!
Muxu pottolo bat y un fuerte abrazo, compañero!!!
Marta