129. EL DÍA MÁS LARGO
Mi mujer y las niñas han ido a ver a los abuelos, así que me levanto temprano, dispuesto a acometer una tarea que llevo posponiendo mucho tiempo. Empiezo por los estantes más bajos, aquellos donde guardo los libros de la infancia, los de Dickens y Verne con ilustraciones a plumilla, y desfilan en hilera sensaciones ya olvidadas. Un rato más tarde, aparecen las primeras dedicatorias con letra de mujer; son libros de Hesse, de Borges, de Cortázar, y me tengo que demorar por fuerza. Vienen los veintitantos, Flaubert, los rusos, Yoknapatawpha. Entre las nubes de polvo oculto mi ensimismamiento. Llega el matrimonio, los libros de ella, los tratados de psicología infantil, los cuentos a color, aquella “Enciclopedia del estudiante” tan imprescindible. No me entero ni de la hora de comer. Por la tarde empiezo con los no leídos, esos tomos de Proust y Joyce ya amarillos, los ensayos históricos, Montaigne, los libros de memorias. El final del día me pilla con “De brevitate vitae”, de Séneca, en las manos. Miro hacia afuera y un hombre viejo me quiña un ojo desde el reflejo del cristal.
Si es que los libros son máficos. Me encantó ese final inesperado, pero tan real… vamos, como la vida misma.
Gracias, Carmen. Es que los libros son la vida misma.
Puse «máfico» en lugar de «mágico», ro ¿no será el subsconsciente?
Me ha gustado mucho Antonio. Gracias por mostrarnos tu biblioteca. Enhorabuena y mucha suerte
Gracias. Siempre he visto una biblioteca como la materialización del tiempo pasado (y por venir).
ANTONIO, asi es, como tu nos lo cuentas; muy bien. Un dia miras detenidamente tu mueble biblioteca y haces descubrimientos y recreas sensaciones y recuerdos. El final que nos brindas tambien nos es familiar a los lectores. Suerte y saludos
Me gusta mucho ese repaso de la propia vida deslizándose por los libros de la biblioteca personal. A los que nos gusta leer los libros nos pueden resultar una especie de páginas sueltas de un diario, o una colección de fotos antiguas, que almacenan recuerdos y sentimientos de la época en la que los leímos por primera vez. Suerte este mes y un saludo.
Haz descripto toda una vida través de títulos y autores, donde plasmas cada momento de la pareja y su hijo, para verte finalmente en el espejo de tus años.
Excelente, me encantó.
Un abrazo y mucha suerte.
Que excelente relato: me gustó mucho la idea y como la has desarrollado. Esta mes, entre las páginas, una vida entera.
Suerte y saludos
Genial cronología. Hace poco pensaba precisamente sobre eso. Cada época de tu vida te empuja el gusto por la lectura hacia nuevos horizontes. Mucha suerte 🙂
´Gracias a todos los que habéis comentado. La idea de la biblioteca como reflejo de una vida daría para mucho más. Esto es un escueto resumen.
La literatura como parte indispensable de nuestra vida.Me pregunto si en un futuro alguien sentirá lo mismo cuando repase un e-book donde estén recopilados todos los volúmenes de su existencia y para ellos no haga falta levantar nubes de polvo.
Suerte y un saludo.
Una buena reflexión. No sería lo mismo, igual que no es lo mismo recordar una película vista en el cine, con su ambientador, su vendedor de caramelos y su acomodador, respecto a otra vista en la pantalla del ordenador. Pero bueno, la nostalgia siempre existirá de una forma o de otra. Gracias, Angel.
Maravilloso día de recuento de libros y autores.
Felicidades
Gracias, María.
Hola, Antonio, creo que has reflejado pensamientos de muchos de nosotros. A mí, el que más el último, el de Séneca, muchas veces le he comentado a un amigo mío, gran lector, que necesitaríamos muchas vidas para leer siquiera una parte de la buena literatura que existe y existirá. El guiño final es mágico y la evolución de la vida con esos libros asociados a una edad fantástica idea. Suerte y abrazos, amigo.