69. El dilema
Somos vuestros anhelos. Dirigimos vuestras vidas. Somos la zanahoria del asno. Somos vuestros deseos, corroemos el alma si nos alejamos y sin embargo damos sentido a la línea que se pierde en el horizonte. Nuestra ausencia muestra ojos vacíos, erráticos andares y cadavéricas miradas.
Somos vuestras ambiciones. Confundimos vuestro propósito y adormecemos vuestra esencia. Somos las pretensiones que ceban vuestra vanidad. Os atiborramos de vosotros mismos y enturbiamos el camino. Nuestra ausencia calma el corazón, amplía el horizonte y aclara la senda. Todas nosotras formamos parte de la encrucijada en que el alma está metida.
Os toca a vosotros la elección. Podéis apasionaros o serenaros. Podéis meteros en un pozo o pasear con un traje de princesa, devorar instantes o ametrallar a vuestros hermanos, acariciar el agua del arroyo o sólo esperar la salida.
Lo que está claro es que has vuelto para hacernos cavilar y si lo he interpretado bien, nos quieres adentrar por el camino de la duda. Personalemte,cuando hago inventario, tengo un armario de dudas y un cajón de firmezas.Poca cosa, ya lo sé, pero como dijo aquel:dudo,luego existo.
Suerte.
Gracias por tu comentario. Quería reflejar la contradicción que existe entre las corrientes que afirma que la autorrealización/felicidad es la consecuencia de perseguir metas, tener objetivos o perseguir los sueños en definitiva y la corriente más «budista/meditacional» que persigue que la plenitud o dicha se alcanza haciendo caso omiso de nuestros deseos,inquietudes o anhelos. De ahí el titulo; quizá «Contradicción» hubiera sido más adecuado.
Hola Juantxu. Me ha gustado mucho tu relato.Me alegro de que vuelvas por aquí. Personalmente creo que la felicidad son esos pequeños momentos en los que nos sentimos plenos por conseguir nuestros logros y sueños y superar las adversidades. La otra corriente yo la aplicaría a esos momentos largos de la vida en que todo fluye con tranquilidad, y que deberíamos optar por ella para no sentirnos frustrados.Así que yo creo que hay que usar las dos según el momento en que nos encontremos. Un abrazo.
Muy interesante ese dilema, y lo planteas de una manera muy impactante, con un estilo directo, casi como un puñetazo en la nariz. Me ha gustado mucho leerlo y releerlo, y me ha dado que pensar. Gracias por compartirlo.
Me parece un relato muy valiente que entre otras muchas cosas apunta intención de hacernos pensar. La redacción la encuentro muy trabajada y el tema que has planteado: uno de los grandes. Se podría abrir cualquier debate al respecto perfectamente con esta gran lectura. Mucha suerte 🙂
Muy buen relato, ¡cuánta reflexión!
Felicidades.
Juan, al final siempre el camino del medio es el acertado, metas y objetivos pero sin la obsesión del éxito. Muy, muy bueno. Abrazos y mucha suerte.