46. EL ENGAÑO (A. BARCELÓ)
Tuvo que luchar con todas sus fuerzas para no hacer caso a la voz interior que le urgía a dar media vuelta y alejarse todo lo posible de aquel soportal oscuro y mugriento del londinense barrio de Candem. Aquello más que la entrada a un estudio de tatuaje y piercing parecía el umbral del mismísimo infierno. La voluntad de curarse debía superar al miedo irracional que sentía e hizo lo que le habían indicado. Tumbado en la camilla, estuvo a punto de echarse atrás, ojalá lo hubiese hecho. Treinta minutos después, tenía aquella maldita cifra grabada en la piel.
La diabólica carcajada de su psicólogo cuando le anunciaba orgulloso que gracias a su terapia de choque había logrado vencer la hexakosioihexekontahexafobia le congeló la sangre. «Imbécil, eres mío, ahora sí que sabrás lo que es el miedo», sonó estridente la voz del mismísimo ángel caído.


Al leer el nombre de esa fobia lo primero que puede pensar alguien que lo deeconozca (como era mi caso) es que se trata de un término que has creado para la ocasión, pero resulta que existe y es el miedo al denonio personificado en su número «666». Por querer superar esa fobia tu protagonista optó por tatuarse la cifra maldita, pero querer evitar el peligro le hizo caer en él de cabeza, aconsejado por un psicólogo que era el mismísimo diablo, que así se hizo con otra alma.
Original, didáctico y escalofriante, querido tocayo.
Un abrazo y suerte
Hola, Ángel.
Cuando yo conocí esta palabra también creí que era una invención, pero ya ves que no. Te cuento que he fantaseado con ver este relato premiado en la final de ENTC y me he dicho: «mira que si van a hacer el vídeo representación y no pueden pronunciarla.» Ja,ja,ja.
En fin, ya los dijo Calderón: «los sueños, sueños son…»
Un abrazo, estimado tocayo.
Una fobia a un número, algo mucho más pequeño que su nombre gigante e impronunciable, solo podía ser cosa del diablo. Original, sí señor.
Hola, Edita.
Es verdad que la palabreja se las trae. No sé si es cosa del diablo, pero el que la inventó se quedó descansando.
Muchas gracias por tu valoración. Un cálido saludo.
¡Pobre tipo! Me parece que «hexageró» con la terapia de choque, jaja… Ya lo dice el refrán: «el camino al infierno está pavimentado de buenas intenciones», pero en una de esas, si lo ve desde otra perspectiva (de arriba hacia abajo, suponiendo que tenga el tatuaje en el antebrazo), se daría cuenta de que ese 666 bien puede convertirse en un 999, y así le quitaría al Maligno el poder de llevárselo al infierno… (y a propósito de infierno, te recomiendo ver la serie «Lucifer», que está en Netflix).
Un micro engañoso que se las trae… Muy bueno, querido Barceló.
Un beso grande,
Mariángeles
Hola, Mariángeles.
En este caso el remedio fue peor que la enfermedad. Por desgracia vivimos en un mundo lleno de engaños. Las personas confiadas en exceso o que piensan bien de todo el mundo son las más vulnerables, pues el mal anda siempre al acecho.
Conozco la serie de la que me hablas, presenta al demonio como un «angelito» y le da una vuelta argumental al concepto del bien y el mal.
Un cálido saludo, amiga mía.
Desde luego, hay palabras para todas las fibias, ¡aunque algunas son exageradamente largas!
Muy buena la ambientación del micro y el giro final es… ¡espeluznante!
un abrazo y suerte
Hola, Rosalía.
¿Cómo te quedas si te digo que también hay una fobia a las palabras exageradamente largas? Se llama «hipopotomonstrosesquipedaliofobia».
Gracias por tu comentario. Un cálido saludo.
Desde luego esta convocatoria además de servir para leer y disfrutar de estupendos y originales relatos nos está sirviendo para conocer fobias que desconocíamos.
Me ha gustado ese final demoniaco.
Un saludo
Hola, Gema.
Es increíble la cantidad de miedos que se pueden padecer. Ante eso, yo cojo prestado el estribillo de una canción muy chula de la cantautora Roxana y canto eso de «mejor vivir sin miedo…»
Un cálido saludo.
Vaya, querido Ángel, qué bien se te da moverte en temas oscuros y flirtear con el terror, además del humor, que ya sabía que lo manejabas a nivel maestro. Me gusta esa carcajada diabólica final del psicólogo. Tu cuento merece ser releído con la banda sonora de Iron Maiden y su The number of the beast. Mucha suerte y un abrazote
Hola, Jesús.
Tú si que eres bueno. Probaré a leerlo con esa banda sonora que me recomiendas, seguro que queda genial.
Un cálido abrazo, amigo.
Buenas, querido Ángel!
Vaya, no sabía que la hexakosioihexekontahexafobia, era la fobia al número 666. Menudo nombre!!
Muy original tu micro, oscuro y humorístico a la vez, como sólo tú sabes hacerlo. Un abrazo muy grande. 💗
Hola, Nuria.
No puedo valorar más tu comentario, pues para mí eres una de las mejores escritoras de microrrelatos que conozco. Gracias de corazón.
Un cálido abrazo.