130 . El falso gurú (Juana Mª Igarreta)
Abandonó su maleta cargada de sueños no cumplidos en el andén de los desengaños, y con su dolido corazón envuelto en una coraza de resentimiento salió a vengarse del mundo. Aprendió impasible a adentrarse en la oscuridad de las miradas más tristes. Disfrazado de sabio y maquillado de comprensión, se sorprendió a sí mismo erigiéndose en un falso gurú. Con palabras balsámicas pronunciadas en seductor bisbiseo, “querer es poder, todo es cuestión de control mental…”, exploraba sin vértigo insondables abismos emocionales, iluminando momentáneamente a los huérfanos de confianza y parcheando penas a aquellos que lo escuchaban. Imperturbable, hizo una rentable profesión de sus habilidades. El mercado a conquistar era amplio, pues muchos eran los sufridores; muchos los que ansiaban ver ensanchado su horizonte de esperanza.
Un día, saturado de éxito y de dinero, pero no de felicidad, se cansó de viajar y quiso recuperar su maltrecho corazón de la consigna del olvido. Se deshizo del pesado envoltorio y lloró por todo lo que había hecho, visto y vivido. Su corazón derramó el último latido, al mismo tiempo que en sus ojos latían las últimas lágrimas.
¿Habrá alcanzado ese último latido para redimirlo de todo lo hecho, visto y vivido? Sólo él lo sabe… Pero lo que sí sé es lo bien que tu micro describe a este falso gurú y por extendión, a tantos otros gurúes que es mejor perder que encontrar…
Muy profundo y bueno, JUANA.
Cariños,
Mariángeles
Tienes razón, Mariángeles, precisamente me inspiré en uno de esos vendehúmos para el relato. Hay mucha gente con problemas y se aprovechan de eso. Mil gracias por tus generosas palabras. Me pasaré por tu aportación en cuanto pueda. Besos.
Preciosas metáforas que nos guían por el desencanto de una vida que le obliga a caminar por senderos infructuosos. Pero un atisbo de cordura emocional hace que se replantee su existencia. Muy bueno, Juana. Abrazos y suerte.
Creo que en la realidad, una vez que cogen fama y dinero, por sí mismos no dan marcha atrás, salvo que sea la justicia la que vaya tras ellos. En el relato me apetecía salvarlo, y darle una oportunidad para la enmienda. Agradezco muchísimo tu comentario y valoración, Salvador. Un abrazo.