133. EL FRAILE Y LAS AMAZONAS
Día se San Juan, lucha encarnizada alrededor del San Pedro por la posición de la isla en el rio Grande. El fraile, cronista, aventurero, presenció algo extraordinario: las canoas atacantes eran comandadas por mujeres. Desnudas, dirigían tropas de vasallos. Blancas y atléticas, disparaban sus flechas con destreza y efectividad de diez indios.
Se fijó en la más osada, de cabello muy largo y entrenzado y revuelto a la cabeza; una gran emoción le embargó: Bella como la luna, palomas eran sus ojos, su cuello, la torre de David y sus pechos, crías mellizas de gacela saltaban entre orquídeas. Interpuso su brazo a un flechazo que se dirigía a su corazón, el bergantín parecía un puercoespín, pero no le importó. Las curvas de sus caderas como sus collares, obra de artista, su ombligo ánfora redonda donde no faltará el vino. ¡Qué bella eres, amada mía, qué bella eres! Pronunció. Sus brotes, huerto cerrado… Esta vez, la flecha le desencajo un ojo.
Cuando Gaspar de Carbajal despertó, pidió a su Señor le otorgue la vida, sin él merecerlo, para que se enmiende y le sirva mejor. Sobre aquel suceso, escribió: “… andaban desnudas en cueros y atapadas sus vergüenzas, …”
Preciosistas descripciones para contarnos una historia que acaba en contraste. Visual y particular ese episodio de la historia. Mucha suerte 🙂
Gracias Juan Antonio.
Solo trato de trasmitir lo que pudo suceder a Gaspar de Carbajal, y las emociones durante los encuentros que tuvo con los nativos y nativas, en su recorrido del gran Río, que hoy lleva el nombre de Amazonas, por lo que contó de las guerreras. Al principio los estudiosos no le dieron crédito a lo contado y sin embargo, actualmente van cobrando validez sus crónicas.
Un abrazo,
Cuando no estuvieron a su alcance, las desnudeces fueron vergüenzas. Pero ay! qué manera de describirlas cuando las tuvo delante. Me encantó y me dió risa… ¡Felicidades!
Quizá sea la doble moral de la que se habla.
Gracias María, por leerme.
Quizá sea la doble moral de la que se habla.
Gracias María, por leerme.
En primer lugar, Jorge, me alegro de que te animes a participar, La Terraza parece que está renaciendo. Tu relato tiene un final simpático, ese mensaje escueto frente a lo que de verdad pensó. Teniendo en cuenta lo tapizadas que andaban nuestras mujeres no me extraña. Has sabido también buscar símiles anatómicos, me ha encantado las crías mellizas de gacela. Un abrazo.
Estimado Javier.
Recurrir a lo dicho y sus personajes de las crónicas, grandes novelas y la Biblia para contar algo, lo aprendí con ustedes, leyendo en la Terraza.
Cuando se descubrió América también se estaban dando grandes cambios en el mundo de aquella época, donde se incluyó dar mayor crédito al sentido de la vista que la del oído. Si pues, después de dejar España y a sus damas con vestidos que lo cubrían todo,encontrarse con las chicas de la selva americana, tuvo que ser chocante, para el cronista que, como lector de la biblia, asoció con lo dicho por Salomón en sus Cantares.
Un abrazo,
Jorge, hermoso y metafórico relato.
abrazos
Gracias, Loly.
Nos seguimos leyendo!
Un abrazo.