93. EL GRAN AZUL (Javier Puchades)
Desde pequeño, Índigo se vio atraído por el mar, pese a vivir en el interior. Tal vez fuese por sus lecturas infantiles: «La isla del tesoro», «Veinte mil leguas de viaje submarino» o por las películas de piratas. O también pudo ser, por contemplar aquel inmenso manto añil al mirar las fotografías que guardaba en un álbum.
Convenció a su madre para tomar la primera comunión con un traje de marinero de un azul intenso. Nunca olvidó su doce cumpleaños. Ese verano le habían prometido que irían de vacaciones a la playa. Pero justo, a principios de julio, murió su padre. Con el tiempo, se buscó una novia de nombre Celeste, porque le recordaba el mar. Luego, las circunstancias de la vida le impidieron cumplir su sueño.
En cuando se jubiló, se apuntó a un viaje que iba a un hotel de la costa. Al llegar, nada más bajarse del autobús, se dirigió a la playa atraído por el rumor de las olas. Quedó obnubilado ante aquellas aguas turquesa, que le llamaban. Fue tal la fascinación que comenzó a meterse mar adentro. La emoción le hizo olvidar que no sabía nadar.
Javier, cuentas con fluidez el paso por las cosas de este chico y añades, cerrándolo, un buen final. Suerte, saludos y felices fiestas
Hay sueños que par cumplirlos hay que pagar un alta precio.
Excelente relato, Javier. Nos has envuelto con tus letras para contarnos cómo se persigue un sueño.
Te deseo muchísima suerte.
Besos muy muy apretados.