57. EL MAL DON
Bajo el incesante chaparrón, apenas alcanza a balbucir unas palabras de dolor: “¿Por qué este mal don?”
El ahora apenado meteorólogo se descubrió de joven la capacidad para manejar a su antojo las altas y bajas presiones, las isobaras y sus hectopascales, poniendo aquí o allá soles o nubes, y acertando con tal precisión, e incluso contra los patrones numéricos, que no le hizo falta esperar a que una vocación lo llamara: sería hombre del tiempo.
No tardó en ser solicitado por todas las cadenas, tentado por los ayuntamientos turísticos, consultado por las comarcas agrícolas, para modificar las previsiones en beneficio del bien común. En efecto, no tardó nada en ser indispensable.
Y hoy llora porque su mal don ha dislocado de modo irreversible el sistema atmosférico, y ya no sabe cómo evitar el cambio climático.
Bajo la tormenta, apenas alcanza a balbucir unas palabras de dolor: “¿Por qué este mal don?”
A los humanos se nos ha dado el don de dominar y gobernar sobre todos los seres vivos de la tierra pero en nuestra megalomanía hemos querido subyugar a la naturaleza, y modificar el clima. No nos hemos dado que, a pesar de nuestro poder, al final seremos vencidos. Buen relato Juan M. Con varias interpretaciones, esta es la mía.
Saludos.
Esa era la idea, Beto, la del que abusa de un don, transformándolo en un arma.
Un saludo
JM
Juan Manuel, las lecturas que podemos hacer de tu cuento son diversas, con ese final abierto, yo apuesto por que se vuelve as positivo y lo reorganiza todo de nuevo. Suerte y saludos
No sé, no sé… Creo que lo que hizo es irreversible.
Un saludo
JM
Qué manía tiene el hombre de jugar con la naturaleza, que es como jugar a ser lo que no es: Dios. De todas formas, el protagonista tenía un don por algún motivo, al que de alguna forma tendría que dar uso. O enmienda el desastre o lo arregla. Un relato muy interesante. Saludos.
Gracias, Ángel. La historia es eso mismo, un tipo que desperdicia sus dones en su beneficio, hasta que se le escapa la situación de las manos, precisamente como un creador al que sus criaturas se le desmandan.
Un saludo
JM
Me parece una manera muy original de tratar el tema de las tormentas. Me los imagino a todos corriendo si a tu protagonista se le escapa eso de «anda y que te parta un rayo» :). Mucha suerte.
Menudo rayo le iba a partir a este tipo tan insensato y alo que creyeron en él.
Un saludo
JM
Juan Manuel, creíamos que el cambio climático lo producía el efecto invernadero, y resulta que era el protagonista de tu relato, jajaja. No se puede ir alterando la naturaleza, ya que ésta es sabia. Me ha gustado. Abrazos.
En realidad -todos los científicos lo dicen- el cambio climático es el resultado de la lucha secreta entre las cadenas de televisión por imponer sus criterios en el parte meteorológico… Si no, ¿por qué ponen publicidad durante la emisión? Hay mucho en juego.
Un saludo
JM
Tener un don tan poderoso no nos hace poderosos…
Gracias por pasarte
Un saludo
JM
Lo peor del ser humano es que tenga poderes sobrehumanos.
Al abusar de ellos, su poder sobrepasa a la persona que los tiene.
Entonces se vuelven incontrolables.
Saludos.
Todos acabamos abusando de un don…
Un saludo
JM
Hola, Juan M.
Pienso que ese tipo de dones acaban por arruinarte la vida. Basta que tengas un poder especial para que todos te quieran tener a su lado, pero ¿y si falla?
Me da pena este pobre hombre que se lamenta de su don… y no me extraña.
Muy bueno, me parece muy bueno.
Unos besos.
Gracias, compañera. Este tipo pasó de tener un don a una maldición, y de lamenta ya tarde.
Un saludo
JM
Bueno, sobre o falte, lo que importa es que la historia y su enseñanza hayan llegado al lector. Gracias por pasar.
Un saludo
JM
Juan Manuel, a veces queremos dominarlo todo y la naturaleza se nos revela. Es como cuando dicen que un rio se ha llevado las casas, ¿por qué no reconocemos que no se puede edificar en su curso, o a ras de la playa o en laderas volcánicas? B ueno no sigo que estas cosas me sobrepasan… y no callaría. Suerte.
Besicos muchos.
La naturaleza siempre va a sobrevivir, con nosotros o sin nosotros, aunque le hagamos perrerías, ella siempre tiene las de ganar.
Un saludo
JM
Lo de tener un Don es algo difícil de asumir, sobre todo si no sabes sacarle beneficio, y tu protagonista se creyó el dueño de la situacion y esta se le fué de las manos.
Muy bueno, suerte para este mes.
Besos.
Saber parar a tiempo es la clave. Qué pena que no sepamos dónde acaban los dones para transformarse en taras.
Un saludo
JM
Hola, Juan Manuel, como siempre tan original. El señor de las isobaras has creado. Tiene algo de Dios e incluso me recuerda un poco a alguna escena de esa película de Jim Carrey, que después de concederse tantos deseos y de otra gente acaba por crear caos en el mundo.
El señor de las isobaras…, menudo superpoder.
Un saludo
JM
Ojalá su don deje de ser su castigo. Un relato muy original. Un abrazo
Creo que ya ha ido demasiado lejos como para que el castigo tenga respiro.
Un saludo
JM
Este personaje tuyo es un reflejo del comportamiento de la humanidad en general: jugamos a ser dioses y al final se nos va de las manos.
Suerte y abrazos
Así es, Anna, cuando nuestras virtudes las usamos para jugar con fuego, al final chamuscamos las buenas ideas.
Un saludo
JM