94. El menú de cada día
Inés enterró a su marido hace dos meses en “La Colina de los Huesos”, el cementerio del pueblo. Un lugar tan deshabitado que se pueden contar más muertos que habitantes.
A Pascual lo que más le gustaba del mundo era comer, y cada día al interrumpir la faena en el campo y sentarse a la mesa, siempre le hacía la misma pregunta a su mujer:
-¿Inés,qué hay para comer?
Ella echaba tanto de menos oír aquella pregunta desde que la había dejado sola al frente de la hacienda, que cada mediodía alcanzaba el rincón donde estaba incrustada su lápida y con un pincel untado en la salsa de tomate casero cincelaba en la piedra el menú que había cocinado para ese día.
Original e ingeniosa tu propuesta, breve y concisa. Me has hecho sonreir.
Suerte, Estibaliz
El gordo estará feliz en el más allá.Me gustó.
Un abrazo y suerte.
Buen provecho…
Jeje me encanta cuando alguien rompe así las expectativas, introduciendo un elemento sumamente cotidiano y hasta kitsch en un contexto tan triste y melancólico. Es muy bonita esa combinación y a mí también me ha sacado una sonrisa, pero al mismo tiempo no pierde su dulzura este micro. Un abrazo!
Muy graciosa tu propuesta. Has conseguido desdramatizar la muerte y eso es mucho conseguir en tan pocas palabras. Felicidades.
Con razón se dice que la felicidad está en las pequeñas cosas, esos detalles cotidianos que dan un sentido a la existencia y que no sabemos valorar hasta que los perdemos. Siendo éste el fondo de tu relato, se le podría aplicar un trío de calificativos: sencillo, entrañable, simpático, más otro de regalo: necesario.
Un abrazo y suerte, Estíbaliz
¡Qué bueno! Vamos, que si paso yo por allí, añado un poco de mostaza y no dejo ni los huesos. Pobre Inés sin duda hay otra lectura mucho más dramática que la que se percibe de primeras. Muy rico, Estíbaliz.
Besicos.
Que original. Es cierto, dónde más se echa de menos a las personas que nos faltan es en las rutinas y las pequeñas cosas de cada día.
Jaja, relato de original epitafio. La comida da felicidad, hasta en la tumba.
Abrazos.
Me ha gustado la frescura y originalidad del micro, y ese giro final fantástico e inesperado. Mucha suerte.
Abrazos
Original giro hacia lo culinario. Pues como dicen por ahí, de buenas cenas están las sepulturas llenas XD. Y es que esto de la comida es para muchos todo un placer terrenal. Le has dado gran frescura al texto. Te deseo mucha suerte 🙂
Estibaliz, tu cuento sorprende por su sencillez y originalidad. Suerte y saludos