38. El monstruo de Creta
Me sorprendió que me dijera que hacía veinte años que Atenas enviaba a Minos el tributo de jóvenes. ¡Tanto tiempo! Entré siete años después de la derrota de Egeo… ¡Bah! Tal vez aquella muchacha me mintiera. Era guapa, pero acabé matándola. Su carne era suave, tierna.
Parece que fue ayer cuando entré. Entonces creía que iba a morir pronto, pues incluso a la pequeña aldea del Ática en que nací habían llegado noticias del monstruo de Creta. Sin embargo, en todo el tiempo que llevó aquí, no he visto a ningún monstruo. Recuerdo, sí, que al poco de entrar maté a un loco que deambulaba por los pasadizos. El primero de muchos.
He recorrido todos los pasajes. Parecen infinitos. Quizá los malditos cretenses no paran de construir más galerías. Todavía confío en encontrar la salida, aunque hay días en que me faltan las fuerzas. Cada vez me cuesta más.
Interesante revisitacion del mito del Minotauro.
Y totalmente lógica.
El monstruo siempre cree que los monstruos son los demas…
Salvando las distancias me ha recordado pasajes de Remando al Viento.
Original y merecedor de,altas cotas.
Un abrazo y suerte.
Coincido con Modes. El apunte del monstruo que señala a los demás como tal es magnífico. Y la idea del mundo empecinado en su contra (laberintos que se siguen construyendo para él) igual. Mucha suerte 🙂
Buena ocasión para recordar el final del cuento de Borges: -¿Lo creerás, Ariadna? -dijo Teseo-. El minotauro apenas se defendió.
Juan Pedro, original visión de la psicología del minotauro, no toma conciencia de sus actos y ni de su naturaleza. Muy bueno. Abrazos.
Desde que he leído tu relato soy un poco menos monstruo y algo mas ilustrada.
Muy bueno
Original perspectiva y replanteamiento de la consciencia del monstruo. Creo que es una de las aportaciones más interesantes en lo que llevamos de mes. Enhorabuena, y suerte.
No voy a decir nada nuevo. Me gusta la percepción del mundo desde los ojos del ser que no es consciente de su propia naturaleza, y sobre todo ese rasgo final de debilidad que lo humaniza tanto en las dos últimas líneas. Saludos y suerte.