56. EL MUNDO SE ACABA (Fernando da Casa)
Mi vecina quiere tener sexo conmigo. Menos mal que mi mujer no lo ha escuchado, entre el ruido de la lavadora y la niña berreando no se ha enterado. Yo, con cara de bobo, no he sabido responderle. Me he limitado a coger la taza que portaba entre sus manos.
Eso sí, he cerrado la puerta. No podía arriesgarme a que entrara detrás de mí y repitiera lo que me ha dicho delante de Pilar.
-Buenas tardes, vecino. ¿Me puedes dar un poco de azúcar? Por cierto, el mundo se acaba y no puedo quedarme con las ganas de preguntártelo. ¿Te apetece hacer el amor conmigo?
Cuando he regresado ella ya no estaba. ¿Habrá sido una alucinación? Vivimos en un permanente delirio… No, la taza existe, esto es real. ¿Qué hago? ¿Llamo a su puerta? Pensará que estoy aceptando su proposición. ¿Me quedo en casa? Pilar preguntará qué hago con la taza de la vecina.
Está buena.
Buenísima.
Pero no.
-Cariño, ¿quieres devolverle la taza a la vecina? Me ha entrado un apretón y ahora no puedo…
Hace ya dos horas que fue. Escucho jadeos y gritos desde entonces.
No quiero pensar que, de verdad, el mundo se acaba.
Jajajaja, buena forma de aprovechar el tiempo antes del fin del mundo. Qué bobo ha sido, se lo ha pensado demasiado. Por suerte para Pilar, claro.
Un abrazo y suerte, y gracias por sacarme una sonrisa.
Me alegra haberte sacado una sonrisa, Rosalía. No pretendía otra cosa.
Un abrazo.
¡Huy, qué bueno Fernando! Estoy de acuerdo con Rosalía, Pilar ha tenido suerte, ya se merecía un poco de descanso de tanta lavadora y tanto berreo, mira tú por dónde se lo han puesto en bandeja.
Lo mío, más que una sonrisa, ha sido casi una carcajada.
Suerte y un besazo.
¡Pues qué bien Ana María! Por cierto, no te imaginas qué relato erótico estoy imaginando con el centrifugado de la lavadora…
Un besazo.
¡Jajaja! Pues ponte con ello, que creo que puede encajar bastante bien con el tema de la propuesta siguiente, mira tú ;D
Una gracia , quien se fue a Sevilla perdió su silla o era a su vecino? Divertido!
¡Hola Rosa! A Sevilla no sé, pero a algún sitio se irá el bobo este de la taza, ¿no?
Un abrazo.
La prudencia suele ser buena consejera, pero un exceso de ella hace que se pierdan cosas. Sería gracioso que al final el mundo no se acabase, que hubiera sido una falsa alarma, ver como recompondría sus vidas este trío inesperado.
Un abrazo y suerte con este divertido relato, Fernando.
Creo que el bobo de la taza confía en que el mundo se acabe de verdad, o que a él -por lo menos- se lo trague la tierra. No me lo imagino haciendo un trío… No porque él no quiera, sino porque lo dejen fuera…
Un abrazaco inmenso, amigo.
Hola Fernando:
Un micro que te deja con una sonrisa, y que te hace empatizar con ese pobre hombre que, por ser noble, su mujer le ha adelantado por la derecha en el arte de aprovechar el tiempo que les queda.
Enhorabuena y suerte
Hola Alberto:
Me alegro que el micro te haya sacado una sonrisa. Esa era la intención, la vida -que son dos días- hay que disfrutarla. ¡El mundo se acaba!
Qué buen inicio, y qué buena manera de esperar el fin del mundo. Me gusta mucho, y el giro final es de lo más divertido. Bravo. Mucha suerte
Muchas gracias, Jesús. Si viene el fin del mundo que nos pille… ¿Cómo nos debería pillar?
Un abrazo.
Jajaja, Fernando, tendrían que haberse puesto manos a la obra los tres juntos. Pero mira, al final el hombre ha vencido la tentación, aunque se lo haya pensado y aunque se acabara el mundo. Me he reído un rato. Un abrazo fuerte.