29. El náufrago y sus discípulas (María Elena Sánchez Álvarez)
La entrevista grupal se inició con las presentaciones, para continuar con una única pregunta: ¿Qué se llevarían a una isla habitada exclusivamente por mujeres?
Desconozco la respuesta del candidato, pero semanas más tarde Yael emprendía su viaje. Después aconteció el devenir.
Los que le conocían, jamás habrían imaginado que sus intenciones desembocarían en semejante desenlace.
Todo comenzó aquel amanecer, cuando decenas de mujeres, atónitas, vieron resurgir del mar a un náufrago que minutos más tarde cayó exhausto sobre la arena. Nunca habían contemplado semejante ejemplar. Se acercaron recelosamente, le quitaron la ropa para examinar minuciosamente su anatomía, preguntándose qué deriva le habría arrastrado hasta la Isla de las Mujeres. ¿A qué espécimen pertenecía aquel majestuoso animal, que entre sus piernas nacían exóticas prominencias.
Sin vacilar, las más osadas se prestaron a acariciarle, después a lamerle. Más tarde mordisquearon su cuello hasta encontrarse con el torso, para proseguir hasta perderse. El animal, estremeciéndose, empezó a sentirse a salvo. Parecía renacer, cuando el desuello acabó con el ritual, quedando el cuerpo inerte y cubierto con su propia piel.
Abandonado a la suerte de otras criaturas, las hojas de sus ya huérfanos manuales taxidérmicos encarroñaban al muerto.
!Con razón había sólo mujeres! Eran como la mantís.
Carmen,un poco malvadas si son estas mujeres.
Un abrazo
María Elena, has partido del concurso de forma original, y nos llevas al inesperado final con naturalidad y ritmo. Suerte y saludos
Un final cruel, la verdad. No imaginaba yo esto.
Un saludo y suerte también para ti.
Una isla llena de terror sensual con final inesperado, hasta para el mismo protagonista.
Un texto interesante que sobrecoge y en modo alguno deja indiferente.
Suerte y un saludo.
Tu relato es intrigante desde el principio. Creas una atmósfera de tensión y expectativa creciente, y lo rematas con un final inesperado. Muy bueno. Un abrazo
Ángel, me alegra que no te haya dejado indiferente.
Gracias por comentar. Tu siempre tan amable.
Un saludo para ti también.
María Elena, original e inquietante relato. Creo entender que el protagonista se encontró con un recibimiento acorde con sus intenciones. Muy bueno. Abrazos.
Salvador, posiblemente sus intenciones no fueran las mejores. Pero lo que no le ayudó nada fueron esos manuales que ellas pusieron en práctica.
Gracias por pasarte.
Abrazos y suerte también para ti.
Hola, María Elena.
Pobrecillo, no sabía qué le esperaba.
Me gusta mucho esta frase: «las hojas de sus ya huérfanos manuales taxidérmicos encarroñaban al muerto»… Es estupenda.
Te deseo mucha suerte.
Unos besos.
Towanda, tienes razón este hombre no sabía lo que le esperaba. Tampoco sabemos con certeza sus intensiones. En fin el pobre halló la muerte.
Besos también para ti.
María Elena, que cambio de registro, esperaba un lugar de placer y esparcimiento y lo has convertido en un infierno.
Estáis muy lejos de lo que nos gusta, bueno sobre todo a mi.
Un beso
Si Epi un infierno total. A mi me hubiera gustado que esto no hubiera ocurrido, pero así son las cosas.
Un beso también para ti
Ana, me alegra que te haya parecido original.
Un beso también para ti y suerte
Me gusta ese preámbulo que has creado antes de sumergirnos en la historia. Las descripciones me han gustado mucho (dicen sin decir) y el final creo que es perfecto. Me ha sorprendido. Mucha suerte 🙂
Hola, María Elena, me parece original el relato, sobre todo, en el desconocimiento de ellas sobre lo humano, pues hablan de ‘animal’. Pero no sé si lo he llegado a entender del todo bien. Se trata de alguien que busca trabajo y después, movido por la pregunta, acaba en una isla, pero el título sus discípulas… Hay detalles en los que me pierdo, una ayudita please.
Me gusta mucho este relato por su inquientante final, muy bueno. Suerte.
Saludos.
Muchas gracias a todos por pasaros, me alegro de que os haya gustado.
Estos meses los tengo más complicados y llego tarde a los comentarios.
Disculpadme por ello.
Un beso para todos.
Vaya vuelta que le das a la historia, una defensa de los animales. Merece su segunda lectura para disfrutar.