18. El pacto
Custodia, el ángel de la guarda de Susana, ha sido condenada.
El cuerpo de la niña fue encontrado en la cama. Tenía los ojos cerrados y una leve sonrisa en la cara. Muerte súbita, dijeron los expertos, posiblemente una alteración cardiaca provocada por la medicación antipsicótica.
La corte celestial, con el juez supremo a la cabeza, anuló la categoría angelical de Custodia y la condenaron al ostracismo de la eternidad. Era la primera vez en toda la historia que un querubín asesinaba a su protegido.
Custodia, seguía sin entender dónde estaba el problema. Era el deseo de la chica. Lo habían hablado muchas veces, y habían llegado a ese acuerdo para salvarla. Susana quería convertirse en uno de ellos y acabar para siempre con el infierno de su vida, lleno de pastillas, doctores y hospitales.
Ambas echarán de menos los ratos juntas.
Tema delicado, a la vez que muy actual, el que tratas. Identificamos la muerte como algo negativo, al tiempo que la protección de la vida sería todo lo contrario. Cada uno puede tener las creencias legítimas que estime, o tomar el partido que crea más coherente. Desde fuera las cosas se ven de una manera más teórica, sufrirlo en propia carne o de forma cercana es diferente. Cada caso es único.
Nos pones en la piel de una niña atormentada a quien su protector ayuda de la forma que estima más conveniente, liberándola de esos tormentos en lugar de prolongarlos, aún a costa de no ser comprendido, todo lo contrario, bajo las premisas de un pacto previo.
Un relato comprometido y para la reflexión, con la paradoja bien planteada de un bienhechor que mata por el bien de aquella a quien estaba encargado de salvaguardar.
Un saludo y suerte, Fernando
Muy original y trascendente.
Hola, Fernando.
No deja de asombrarme cómo con tan pocas palabras se puede contar una historia, en este caso, tan tremenda y controvertida como la que abordas en este microrrelato.
Un saludo.
Un ángel más misericordioso que los que se suppne que son misericordiosos….
Un micro bellamente doloroso, que trata con oficio y sutileza el tema propuesto.
Un beso grande,
Mariángeles😇😇
Tal vez no haya mayor ángel que aquel que ayuda al descanso eterno, a pesar del dolor. Un dilema moral que para Custodia no lo es, pues un ángel de la guarda siempre trata de evitar el dolor y el sufrimiento. Magnífico texto, Fernando. Suerte y abrazos.