15. El periodista
Esta cárcel, estos hierros, amputan el alma. Esas paredes enmohecidas extienden sus brazos y tocan mi rostro enfebrecido. Con los ojos cerrados veo el mar, tus tobillos rosados enredados por las algas y tu cuerpo caliente. Despeinada sonríes y detrás de ti, el verdugo.
Vivo como un fantasma en la memoria de un pueblo encostrado en su letargo; quise despertarlo con una pluma de verdad y fuego.Tú, compañera, yaces quizá en una fosa común bajo el esqueleto de nuestra patria, y yo, aquí, muriendo.
Triteza, mucha tristeza; pero romántica.
Muchas gracias, Edita y Ana. Es un pequeño homenaje a los periodistas y un poco tocar el tema de las fosas comunes y la impunidad en México; pero en especial al recién fallecido Julio Scherer. Un abrazo!
Has tocado muchos frentes con muy poco. Hay muchos y muy buenos periodistas, el problema es que no les dejan hacer. Mucha suerte 🙂
Sí. En algunos lugares de mi país, el periodismo se considera el oficio más peligroso de ejercer; se compara la situación como la de los países en guerra. De hecho muchos estados de la República estàn militarizados, incluyendo en donde vivo.
Gracias y mucha suerte, aunque no la necesitas, siempre eres mencionado. Feliz año.
Hola, Elizabeth.
Una prosa hermosa la que desarrollas en este micro.
Me parece que el resultado es la bomba.
Muchísima suerte.
Muchas gracias, Towanda! Un abrazo!
Muy bueno y con toque de compromiso despertando conciencias en pueblos silenciosos. Abrazos y suerte
Muchas gracias, Montesinadas y mucha suerte. Un abrazo!