64. El poeta es un fingidor
En las primeras citas muestro ese lado sensible de ciertos hombres que les encanta: me presento en el restaurante con una rosa roja, suelto la lagrimita en el cine con un drama romántico, acaricio perritos que se nos acercan por la calle… Cuando acceden a venir a casa y les enseño la habitación del sótano, observar cómo pasan de la sorpresa al horror, y del horror al llanto y a las súplicas, es la mayor inspiración para mis poemas.
Un lobo con piel de cordero, o mucho peor aún, porque los animales solo buscan subsistir, mientras que este personaje, un verdadero monstruo del engaño, con una sensibilidad tóxica, solo busca hacer daño para inspirarse con ello.
Un abrazo y suerte, Jesús
Muchas gracias, Ángel
Gran micro, Jesús, siempre certero con tu pluma.
Un fuerte abrazo
¡Muchas gracias, amigo!