127. EL PRECIO
Los espero encerrado en mi mundo. Ellos ajenos a mí actúan, viven, sueñan. Van y vienen como olas o viento y acaban desapareciendo entre murmullos y nostalgias. A veces me imagino si supieran, si conocieran mi presencia, cual sería su respuesta. Como taparían su desnudez, como bajarían la mirada, como sellarían sus voces. Tan solo tendría que abrir la boca, pronunciar un sonido, humano como el de ellos y todo cambiaría, pero temo el total aislamiento y la soledad. Así pues me conformo con observarlos, participar en silencio de sus parcelas de vida y seguir por siempre, siendo el hombre invisible en el que un día, por decisión propia, me convertí.
Creo que has reflejado muy bien los sentimientos de ese personaje, y su miedo a la soledad total. Nunca se me hubiera ocurrido un acercamiento a este tema en una forma como esta. Siempre me he imaginado la invisivilidad bajo un aspecto más lúdico, o trágico. Me gusta que me hagan ver las cosas desde otras perspectivas.
Suerte y saludos.
Gracias por tu comentario, Rafa.Yo aprendo y valoro de vuestras impresiones. Me alegro de que vieras otra perspectiva. Yo ni idea 🙂 Un abrazo.
Si pudiéramos ser invisibles y deambular entre las personas descubriríamos un mundo se desolación de auténtico drama y de dolor. Por suerte no se puede y nos conformamos cuando estamos muy jodidos de responder cuando nos preguntan ¿qué tal estas? Con una amplia sonrisa muy bien gracias. Un fuerte abrazo, Sotirios. (Mi relato Valentina que ya has leído se publicó en un libro que se llama “Antología I concurso de terror” Está colgado en mi blog)
También creo que sería terrible poder saber y conocer muchas cosas. Quizás seríamos más infelices y desde luego un lío 🙂
Ya sabes que me alegro de lo bueno que te pase, sobre todo en tu faceta literaria. A ver cuando podemos verle la carita al libro. Un abrazote.
Antonia, muy buen relato. Roba furtivamente trozos de vidas ajenas que mitigan su soledad. Sobre todo, me ha impresionado el miedo que siente a perder esta pequeña conexión con el mundo real. Abrazos y mucha suerte.
Me gusta haber conseguido una emoción con mi relato. Muchas gracias por tu valoración Salvador.Abrazo y suerte igualmente para ti.
Realmente da que pensar. Quizás haya presencias, que en la sombra nos contemplan en nuestras acciones cotidianas. Quizás esa sensación de ser observados, que alguna vez tenemos, sea ese ser invisible que nos contempla desde su soledad y anonimato.
Original.
Un beso Antonia
Gracias, Belen. Es cierto, esa sensación a veces la sentimos. No todo lo que existe es visible, peo eso es algo que no podemos saber. Esperemos que nos contemplen con amor.Otro beso para ti.
Un enfoque diferente para este hotel que ya nos deja. Está muy bien conseguido. Mucha suerte 🙂
Muchas gracias por tu opinión ,Juan Antonio, fiel comentarista entecero. Más bien dejamos nosotros el hotel y nos marchamos bajo esa luna llena prometida. un abrazo.
Gracias Ana,otro abrazo grande.
La carita del libro ya la tengo expuesta en mi blog. Sotiriosmoutsanas.blogspot.com Un fuerte abrazo,Sotirios.
Pos no está mal, Antonia, da para reflexionar sobre la mente humana, sobre sus miedos. Buen trabajo.
Por cierto, no has venido a distripar el mío. Cuantos lloros.
Besísimos pero pocos.
Te había respondido ipso facto, pero no quiso salir, así que te decía que lo había leído, y que andaba en periodo de reflexión, pero que enseguidita te lo iba a fastidiar, así que voy para allá. Prepárate.