100. El príncipe heredero
Hunde las púas del tenedor en el roscón de Reyes, corta un pedazo y se lo lleva a la boca. La institutriz lo observa, satisfecha de los progresos del pequeño que ha sabido incluso defenderse con los cubiertos del pescado. De pronto, sus dientecitos tropiezan con algo. El niño se saca de la boca un rey de porcelana embadurnado de cabello de ángel y enseña la sorpresa oculta en el roscón a la familia. Los tíos de Grecia aplauden. La madre coge la figurita, la limpia con la servilleta y se la devuelve con una sonrisa. El padre, con solemnidad impostada y reverencia incluida, ciñe la corona de cartón en la cabeza del pequeño. Todos ríen la ocurrencia. También sus hermanas y los primos. En realidad, todos lo hacen menos el hermano mayor. A él el asunto no le ha hecho ni pizca de gracia.
jajajaja, muy bueno David. Hay costumbres que deberían evitarse en ciertas casas. Si el haba que obliga a pagar le sale al tio de Grecia, ¡lo tienen claro!
Bones Festes.
Celebro que te haya gustado, Rafa. No te creas, seguro que el tío de Grecia tiene el riñón bien cubierto. Ya ves, paso de un año de los papanoeles a los roscones de Reyes. Soy de poco fiar.
Un abrazo y felices fiestas,
D.
David, este relato tiene tu sello inconfundible. Que sepas que envidio mucho tu habilidad para sacar a relucir esos sentimientos tan humanos y tan sutiles, como la decepción de los papánoeles del año pasado, o estos celos del verdadero heredero hacia su hermano menor. Cómo insinúas ese sentimiento terrible y oscuro en el alma de un niño sin contarlo. En fin, que me ha encantado. Enhorabuena y feliz Navidad, Hanukahh, o lo que sea que célebres esta noche. Besos!
Muchas gracias por tus palabras, Jes. Y por tu envidia 😉 Me alegra muchísimo saber que hay quien recuerda los papanoeles. Es lo mejor que se puede decir de un texto y por eso sólo puedo darte las gracias una y mil veces.
Besos para ti también y mis mejores deseos para estos días,
D.
Qué sutileza la de tu escritura, David, cómo usas tu estilo –literalmente– como escalpelo. Me encanta. De ese modo logras convertir una escena aparentemente intrascendente, divertida sin duda, en mucho más. Gracias por deleitarnos con la escena.
Que tengas, que estés teniendo unas felices fiestas.
Gracias por tus amables palabras, Eduardo, por hacerme sentir cirujano literario. Es una escenita navideña, nada más, hogareña, sin ninguna maldad 😉
Un abrazo y felices fiestas para ti también,
D.
Descripción delicada de lo visible e invisible.
Feliz Navidad. Otra corona para el hermano mayor y besos navideños.
Renegué de lo invisible cuando empecé a escribir historias breves pero, poco a poco, reconozco que me gusta insinuar invisibilidades. Aunque es difícil y no siempre se consigue o la historia lo permite.
Besos para ti también,
D.
Un buen relato. Me gusta por su sencillez endiablada.
Abrazos y felicidades.
Gracias, María. Así soy yo. Sencillo. Endiablado 😉
Abrazos para ti también,
D.
Un relato, diría yo, al que se le puede sacar mucha enjundia. Es como una alegoría de la vida.
Me maravilla lo que os inspira la navidad. Muy buen texto David, lleno de historia…jajaja.
Qué buen relato. Está cargado de segundas y todo muy bien contado. Me parece muy original y muy hábil de la manera que lo has montado. Me ha gustado mucho. Feliz 2015. Mucha suerte 🙂
David, bien contada esta historia que calla mucho. Suerte y felices fiestas
Gracias, M. Carmen, Reve, Juan Antonio y Calamanda, por vuestros amables comentarios. El relato lleva cierta dosis de carga subacuática, en efecto.
Un abrazo a tutti y suerte en el concurso,
D.
¿»Cierta dosis» quiere decir «una batería de torpedos» en lenguaje vivanquiano?
Sutil y muy explícito a la vez. Besos y suerte.
Jajaja, sutil como una batería de torpedos, sí, ahí te doy la razón.
Besos y no suerte, que tú eres excedente de cupo en ENTC ;-),
D.
Jajaja David pero cómo le va a hacer gracia la escena al mayor de ellos. Esta monarquía se debe a su protocolo y esto de la sorpresa hay que recortarlo e imponer una nueva ley sálica o no pero que no le quiten lo que le corresponde. O eso o a robar jajaja.
abrazos y suerte
En realidad es la historia de un roscón equivocado en el sitio equivocado en el momento equivocado, jejeje.
Abrazos y suerte para ti también,
D.