05. El regalo
−¡María! ¿Y el niño?
−Se ha ido, con Brenda, a jugar al parque.
−¿Le has contado ya que lo llevaré a la granja escuela, el fin de semana?
−No. Quiero que sea una sorpresa. Solo le he dicho que, por su cumpleaños, vais a hacer, los dos, un viaje especial.
−No corras tan rápido, que te vas a hacer daño −¡jodido crío!, sí que está ansioso hoy y, encima, todo el rato hablando−. Chicos, quedaos por aquí, que yo os pueda ver.
−¡Vale, Brenda! ¡Hola, chavales! ¿Sabéis? Hoy he descubierto en qué trabaja mi padre.
−El mío arregla los coches estropeados en el taller del abuelo.
−Pues, mi padre lleva montones de cosas en un camión rojo muy grande. Y cuando voy, con él, en la cabina…
−No os lo vais a creer: ¡es astronauta! Dice mamá que, por mi cumpleaños, vamos a hacer, los dos, un viaje espacial.
¡Qué ternura me transmite tu relato, Jesús! Tienes una sensibilidad que aflora en cada palabra. ¡Enhorabuena!
Muchas gracias, María José. Tu texto también me gusta mucho.
A veces entendemos lo que queremos entender… como el niño de tu relato. Me parece una visión muy tierna pero con una base sicológica impresionante y me recuerda aquellas conversaciones sobre las profesiones de nuestros padres, típicas de todas la personitas que hemos sido… Gracias, Jesús, por tu manera de contar las cosas, me gusta mucho.
Muchas gracias, por tus cariñosas palabras, Marga.
Jajajaja, pues al menos hasta su cumpleaños que le dure la ilusión.
Gracias por el comentario. Si, por lo menos, hace reir, ya conseguimos algo.
Que bien trazada esa línea entre los achaques de los adultos y las ilusiones de los niños. Muchas veces nos olvidamos que pertenecemos a mundos diferentes y pasan estas cosas. Mucha suerte 🙂
Muchas gracias, Juan Antonio, por tus amables palabras.
Todos oímos lo mismo pero cada uno escucha y entiende lo que quiere. Genial microrelato. Suerte!
Muchas gracias, Patricia, por tus cariñosas apreciaciones.
Hola, Jesús.
Uf, qué bonita la imaginación de los niños y cuánto da de sí. Una confusión que hizo que este pequeñín fuera el héroe entre sus amigos.
Me gusta mucho.
Suerte y abrazos.
Muchas gracias, Towanda. Me alegra que te guste.
Que alegria y que interesante!!!
Esa ilusion de los niños que nunca deberiamos perder los adultos.
Suerte!!!
Mil gracias, Eva, por tu amable comentario. saludos.
Jesú, bonito punto de vista el del crio. La infancia te premia con esos momentos. Suerte y saludos
Muchas gracias, Calamanda, por molestarte en comentar mi texto. Saludos.
Criaturita, menudo chasco se va a llevar. Ese cumpleaños no lo olvida en la vida, seguro. 😀
Muchas gracias por tus palabras, Edita. Suerte con tu relato.
Gracias, Jesús, por hacernos pasar estos agradables momentos leyendo tus sentidos microrrelatos. Queremos más.
Muchas gracias, a los dos, por vuestras amables palabras. Estoy en ello. Uma saudaçào e obrigado outra vez.
De especial a espacial solo hay una letra y a la vez un firmamento de distancia.
Esperemos que al bambino no le queden excesivas secuelas tras la decepción que se avecina.
Hoy es un ídolo envidiado por sus amiguitos y eso no se lo quita nadie.
Y, coño, que su padre no sea un agarrao y el año próximo lo lleve a Houston.
Granja escuela, granja escuela…
Será cutre el tío…
Tu relato de equívocos y eso, me ha parecido chulo chulongo.
Gracias mil, Modes,por tu inequívoco comentario. Tu relato también me ha parecido hiperchulo.
La magia de la mirada infantil y los anhelos del ser humano q desde su primeros años ya sueña con lo inalcanzable…. Y a la vez la competitividad q también es parte, natural o adquirida, de él. Divertido y a la vez muy certero. Sigue en ello Jesús!
Muchas gracias, Montse, por tus amables apreciaciones.
Muy bueno , muy bueno y divertido.Es cierto de peqaueño siempre había alguno que decía que su padre era astronauta,jeje.
Saludos
Me alegra mucho que te haya parecido gracioso. Opino lo mismo de tu relato. Un saludo.
He hecho un viaje estelar con tu relato, Jesús. He recordado las tardes de invierno cuando en la pandilla todos deseábamos ser … y nuestros padres eran … Un relato ágil y envolvente. Gracias por hacerme recordar y por trasladarme a mundos imaginarios.
Muchas gracias, Pilar, por tus cariñosas palabras.
Y el niño tan feliz. Si su padre se anda listo, igual consigue hacerle que sea especial y espacial. Suerte,
Besicos muchos.
Gracias mil, Nani, por tu amable comentario.
En la primera lectura me he perdido, he perdido a los personajes y la trama. Veré a la segunda vuelta. Ya sí, pero cuesta. Cambias el escenario del hogar al parque, y allí presenciamos el diálogo, pero un diálogo sin acotaciones, con muchos personajes, con un narrador (Brenda) que no interviene más que una vez. Vamos, un relato duro de entender, o es problema mío, seguro.
Muchas gracias , Javier, por molestarte en comentar mi texto. Lamento que su lectura te resulte farragosa. No era mi intención al escribirlo.Como la anécdota del equívoco es mínima, simplemente, traté de ampliarlo para «alejar» la resolución. Gracias, otra vez.
Bueno, pues yo, que tengo críos pequeños, me aprendo la lección.
A partir de ahora mucho cuidadito, que mira tú cómo puede liarla una sola letra.
Me ha gustado Jesús. Suerte y un saludo para quién tú sabes.
Ton.
Me alegra que te haya gustado, Toni. Muchas gracias por tus amables palabras.
A veces, basta con cambiar una vocal para que se encienda un sueño. Pero eso sólo ocurre en la niñez, lamentablemente.
Suerte especial en este viaje, Jesús 😉
Muy agradecido, Cristina, por tu comentario. Tu relato me gusta mucho. Suerte.
Bonita historia. A veces es lo que pasa, que entendemos lo que queremos creernos.
Suerte
Muchas gracias, Blanca, por tus amables palabras. Suerte para ti, también.
Jajaja. Me imagino perfectamente la escena. Mucha suerte, Jesús. Un abrazo.
Agradezco mucho, Luisa, tu comentario. Me parece precioso tu poético relato. Suerte.
Muy buen día, Jesús. ¡Ah, los niños! Has tratado de mostrar la percepción que tienen de las cosas, como ponen su imaginación en todo asunto. Es lo que he entendido. Éxito con tu entretenido microrrelato. Saludos.
Muchas gracias, Óscar, por tus cariñosas palabras, Suerte para ti.