115. El relevo (Juana Mª Igarreta Egúzquiza)
Acostumbraba a subir las noches de luna llena a la azotea del edificio. Silente y sola, presa del influjo del plenilunio, pasaba largos ratos absorta en aquel otero nocturno. Ella y la luna, la luna y ella, en íntima comunión con la inmensa esfera plateada. Una noche descubrió, difusa y lejana, la presencia de otro observador. Ella percibía vagamente sus escurridizas miradas que, conforme fueron atesorando lunas, se tornaron firmes y prolongadas. Una vez creyó ver cómo de sus ojos, que adivinaba grandes y rasgados, emergían sendos haces luminosos que atribuyó a un caprichoso reflejo de la luna en su cara.
Un día tras otro, durante las horas de luz, trataba de identificar entre los vecinos de la comunidad al misterioso compañero de observatorio, sin conseguirlo. Justo la noche que había decidido resolver el enigma dirigiéndose a él, este no acudió a la cita con Selene.
Muchas lunas más tarde, apareció posada sobre la azotea una pequeña cosmonave. Desde su puerta abierta surgía una luz cegadora. Ella contemplaba la escena paralizada, cuando una fuerza inesperada la impulsó dentro de la nave, al tiempo que un cuerpo inerte era escupido de la misma. Cuando creyó comprenderlo todo, ya habían despegado.
Una atracción entre seres diferentes que termina en abducción. A la vista de cómo estamos dejando el planeta, no es tan malo ese secuestro, si además, de alguna forma, el amor está por medio, es casi para apuntarse voluntario. En teoría, la luna sólo es una masa inerte, pero es fuente de inspiración y misterio para seres inquietos, vengan del mundo que vengan.
Un abrazo, Juana, y suerte con este relato de buena lectura
Abducción con la luna como testigo, cuerpos que suplantan vidas, relevos con tintes de invasión, lenta pero inexorable. Inquietante y muy bueno, Juana. Abrazos.
Hola, Juana.
Pues he de confesar que coincido con Ángel en su visión de la historia. La luna ha sido y será fuente inspiradora de artistas, pero también influye en las mareas o en las personas con algún tipo de trastornos.
El final es demoledor, me encanta ese cuerpo escupido.
Un besazo y suertísima, guapa.
Un micro misterioso y preocupante, cuya protagonista se da cuenta, tarde, de lo que también le pasará a ella…
Me ha gustado mucho, Juana.
Un abrazo y suerte.
Un final terrible que encaja y eso que parecía que estabas contando otra cosa. Si, me ha gustado ese giro final. Dos frases bien dichas y todo está donde debe.
Suerte!
Fantásticamente poético, Juana.
Saludos y suerte.
Juana, esta extraordinaria situacion, la dibujas con detalle y ambientación, trasladandonos hasta ella. Suerte y saludos
El relato va creciendo a medida que se lee, y el final es el broche perfecto para darle sentido en sí mismo a toda la historia. Me ha gustado mucho ese cierre. Mucha suerte 🙂