17 EL SEXTO MANDAMIENTO
Mi borrica Petra lee perfectamente. Tardé en saber dónde aprendió. Un día me dijo: Federico, tienes que aprender a leer y así estudiarás leyes y tendrás un futuro mejor.
¿Cómo sabes eso Petra? Te explicaré; tu padre me compró a un arriero de Salamanca con el que conviví varios años. Por la noche me escapaba a estudiar a la Universidad, y durante un tiempo posterior ejercí la docencia en la Facultad de Derecho.
Tu padre, observó que cada día tardaba más en leer el periódico. Petra ¿Qué te pasa?-que empiezo a tener presbicia. Y tu padre, consciente del valor de la cultura, me compró unas gafas que hoy luzco con placer.
Tiempo después, limpiando la enramada, tu padre encontró una fotografía de otra borrica joven que, curiosamente también tenía gafas y me preguntó ¿Quién es esta borrica tan guapa que aparece en esa fotografía que tenías en la enramada?… por un momento se creó un silencio de tensión… y Petra, con añoranza, reconoció que había sido novia suya en la Facultad de Derecho. Era muy coqueta. Se llamaba Emeteria y con ella, le confesó, que juntas descubrieron el sexto mandamiento.
Fue maravilloso.
Todavía nos escribimos de vez en cuando.