104. El significado de las palabras
El día de reyes David y yo salimos a jugar con nuestros patinetes nuevos y brillantes por el parque. Nos cruzamos con los vecinos senegaleses que tienen dos niños de nuestra edad. Nos miraron alucinados como si nunca hubieran visto un juguete como aquel. Parece que los negritos no habían tenido regalos aquellas navidades.
Para variar mi hermano y yo aquel día señalado en el calendario también nos peleamos y como siempre nos insultamos diciendo barbaridades. Al llegar a casa nuestra madre nos miró con enfado al comprobar lo sucios que veníamos y que nuestros vehículos recién estrenados habían salido mal parados.
-¡No os merecéis nada, sois unos atorrantes! –se lamentó nuestra madre
-Es que Jorge me ha insultado mamá, me ha dicho que era “adoptado”-traté de darle una explicación.
-Y tú, ¿qué? – me gritó mi hermano- me has llamado “inmigrante”.
Mi madre nos pegó una bofetada a cada uno, y luego sentenció que las próximas navidades encargaría un diccionario a los reyes magos.
Unos jovencitos que, sin lugar a dudas, necesitan cambiar sus caprichos por un buen diccionario. Hay dos palabras que, impropiamente, utilizan como insultos, porque las ignoran. No saben que «adoptado» puede significar acogida, algo no siempre asociado a los inmigrantes, como los niños que aparecen al principio del relato.
Un abrazo, Estíbaliz, feliz fin de año y por un 2017 lleno de significado y buenas palabras.
Estibaliz, mi Amiga Invisible. Al leer tu relato saco como conclusión lo injusta que es la vida para aquellos niños que no tienen nada material, frente a los que, por tener demasiado, se quejan injustamente. El término «inmigrante», que no saben interpretar unos niños, tampoco los adultos lo comprenden realmente, y eso sí que es tremendamente triste…
Un abrazo.
Hola, Estibaliz.
Cómo que las próximas Navidades, un diccionario pero ya. Y la buena educación que no se contiene en sus páginas más que como una voz, una entrada. Y menos bofetadas. Y más entrega a los hijos por parte de los padres. Y más comprensión y más humanidad para con los otros. Y más…
Bueno…, me gusta tu propuesta. Y más, mucha más felicidad, que te deseo. Un beso.
Sin duda esos niños necesitan un diccionario y unos padres que en su responsabilidad, les expliquen bien esos dos términos.
Buen tema, con un buen fondo.
Esti, te deseo un felicísimo Año Nuevo.
Besotes, ¡cara guapa!
Estoy de acuerdo de que un diccionario es un buen regalo, pero las palabras no son, por si mismas, buenas o malas. En ocasiones, es la intención al decirlas lo que duele u ofende. Ojalá todas la madres actuaran así, pero sin pasarse con las bofetadas, claro. Suerte, Estíbaliz. Saludos.