26. En aquel hotel de carretera (Jesús Lara Vanegas)
Por aquel entonces eran pocos los momentos en que podía estar con ella. Intentaba disfrutar de sus caricias, tanto así que lograba trasladarme a un mundo totalmente distinto al que me encontraba.
Una vez en el éxtasis del amor un fuerte culatazo en mi rostro me despertaba dándome a entender mi cruda realidad. Recuerdo el olor de la pólvora quemada, la putrefacción que desprendían los cuerpos que estaban apilados a mi alrededor.
¡Maldición!-de esta no salgo ni queriendo- Era lo que me decía intentando comprender lo sucedido. No lograba entender como fuÍ tan estúpido para dejarme caer en manos de un grupo terrorista.
Se suponía que iba a hacer un reportaje como otro cualquiera. Ir, grabar e informar sobre las condiciones de vida de un cetenar de secuestrados bajo el mando de un tal «Somier Nejar».
Éste había ocupado un hotel de carrEtera situado al sureste de Israel. ¿Su fin? Hacer ver al mundo la veracidad de sus actos sangrientos.
Pasadas tres noches de inaguantable tortura, apenas lograba mantenerme con vida, las esperanzas de volver a casa eran cada vez mas bajas y en una completa desorientación una voz en mi interior advería que de esta no salía ni queriendo.
Duro relato de una dura realidad. Seguro que situaciones como esta se viven en lugares de conflictos como el que nombras.
Muy buen enfoque para el tema del mes, te felicito.
Asun.
Diferente, un tema no tocado o al menos no leído por mí, se queda para más es como el comienzo de una relato más largo donde claramente van a pasar muchas cosas.
Suerte
Coincido con Manuel, nadie ha tocado un tema tan real y duro en nuestra época. Da para mucho más…
Un abrazo y suerte.
Tema duro con historia en consonancia. Nueva visión para el hotel este mes. Mucha suerte 🙂
Ag… Y que más…. Lo cuentas tan bien que la historia tiene que seguir. De verdad que hubiera seguido leyendo con la esperanza de que, queriendo, se salve.
Un abrazo.
Esperaremos la continuación ¿tal vez bajo la luna llena?
Abrazo.