86. En la Isla de las Mujeres (Jesús Lara Vanegas)
Hoy por hoy tengo vagos recuerdos de aquel horizonte azulado.
Hoy por hoy, sin ni siquiera esperarlo, escucho atónito el chocar de aquellas olas, el resurgir de sus sonidos y el llorar de sus cantares.
Naúfrago, durante un par de horas que pasarían a ser días, y un par de días que pasarían a ser meses. Luchaba si cesar dando brazadas al azar en un intento por volver a ver a mis chiquillos, sonriendo en la proa de mi barco.
Prisionero de mi propio egocentrismo, queriendo descubrir lo que estaba descubierto, perdía a las dos únicas personas que realmente me faltaba por descubrir: mis hijos..
Sus voces me llamaban sin descanso desde aquella costa blanca, y a medida que me acercaba a aquella isla, llantos al vacío y cantares moribundos retumbaban en mis oídos, en un intento de que alguien les liberara de aquel infierno.
Hoy por hoy, no se si tuvieron la misma suerte que yo, pero algo de lo que estoy seguro es de que buscaré sus diminutos cuerpos ya sea en aquel horizonte azulado o en aquella isla desierta que parece haber sido conquistada por miles de mujeres naúfragas…Aunque hayan pasado más de veinte malditos años…
El tono poético que has dado a tu triste relato hace que sea muy muy hermoso.
¡Enhorabuena, Jesús!
Hermoso, sí
Jesús, triste y poética historia de una pérdida. Me ha gustado. Abrazos y suerte.
Me alegra ver un padre detrás de unos niños. Los niños les duelen a todos. Tu relato duele, pero es muy bonito. Mucha suerte 🙂
Transmites muy bien el sentimiento de pérdida a través de metáforas e imágenes muy poéticas. El paralelismo entre el náufrago y el hombre perdido en su duelo me ha parecido sublime. No he acabado de entender lo de la isla conquistada por miles de mujeres náufragas: intuyo que ellas también han sufrido una pérdida y quizás con lo de que «han conquistado la isla» quieres expresar que se han adueñado del dolor, de poder expresar dolor, pero no lo veo claro. Ya me dirás si he acertado.
Un detalle, si no te sabe mal, náufrago lleva la tilde en la «a».
Suerte y saludos
Jesús, siento el tormento y me duelen los «diminutos cuerpos». Ojalá estuvieran en esa isla poblada de mujeres…!
Un relato con lamento elegíaco muy sentido. Suerte.
Consigues trasladarnos con tus palabras a esa orilla hasta el punto de poder oler el salitre de la playa y de las algas secas.
Enhorabuena, me encantan tus textos, especialmente este que es menos negro.
Si buscas ilustraciones para ellos avísame : )
Mucha suerte y un saludo.
Sara
toda ayuda es poca…x cieto el proximo k se titula » aquella pelicula de los 70″ se lo dedicare a una persona muy special para mi…k x
cierto se llama sara.