26. EN PROFUNDIDAD (A. BARCELÓ)
Tanto tiempo cruzándose con él en las escaleras de la oficina y nunca lo había visto de esa forma. No entiende por qué no puede quitárselo de la cabeza. Le sorprende recordar tantos detalles suyos cuando no lo tiene delante. Quizá no ha sido completamente consciente de cuánto llamaba su atención, pero si llegó a calificarlo de horroroso y, mira tú por dónde, ahora, lo describiría misterioso, hasta se atrevería a añadir apasionante. Ha llegado a pensar que le ha estado lanzando mensajes subliminales desde el principio: «Todo es cuestión de perspectiva», le ha estado diciendo. Sin duda, todo esto no puede ser más que una apreciación subjetiva, probablemente nacida de la situación anímica tan inestable que ha venido atravesando últimamente. Sea como fuere, tiene clara una cosa: a partir de ahora, se lo pensará dos veces antes de criticar un cuadro abstracto, sobre todo, conociendo a su autor.
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Hasta la sinceridad, una virtud, puede tener un punto de incompleta e imperfecta si se dice en un momento inoportuno y ante la persona más inadecuada. Aparte del hecho de que nunca deberíamos ser demasiado tajantes con nada ni con nadie. La mayoría de las veces se debe a ignorancia propia y falta de empatía.
Un relato que, como anuncia el título, anima, con buen criterio, a no caer en lo superficial.
Un abrazo, suerte, y en breve coincidiremos, apreciado tocayo castellano.
Hola, Ángel.
Mi particular visión del término «wabi sabi» me enfoca directamente en la «perspectiva» y qué mejor define este término que el arte, en concreto la pintura y, en este caso, lo abstracto, que es ejemplo claro de lo interpretable que es todo.
Esa interpretación puede ser temporal (nada es eterno), imperfecta (nada es perfecto) e incompleta (nada está completo).
Gracias por tu lectura, mi querido tocayo. Hasta pronto.
Lo que más me gusta de tu micro, querido Barceló, es esa ambigüedad intrínseca que tiene, porque una empieza a leerlo creyendo que describe a una persona y finalmente descubre que se trata de un cuadro abstracto o, más bien, de su autor, y ya sea que se trate de uno, otro, o de los dos, la enseñanza es la misma: no los vemos como son, los vemos como somos, pues como dice el refrán, «todo depende del cristal conque se mire».
Qué placer leerte al fin (ya me estaba extrañando la tardanza).
Cariños,
Mariángeles
Hola, Mariángeles.
Has captado perfectamente mi intención y me congratulo por ello. Siempre digo que si necesito explicar el sentido de lo que escribo es que no lo he hecho lo bien que debería.
Gracias por tu lectura y perdona la demora, los últimos tiempos han sido algo difíciles para mí.
Un cálido y agradecido abrazo.
Como dices, y lo confirma M. Ángeles, “es cuestión de perspectiva”, y como sigues diciendo, “es una apreciación subjetiva”. Y me pregunto, ¿en el arte hay algo totalmente objetivo? Esta persona ha pasado por distintos estados de apreciación: horroroso, misterioso, apasionante. Esto sirve para cualquier situación de nuestra vida, el mismo acontecimiento nos va a producir una u otra emoción según nos sintamos en ese momento. Somos seres muy complejos.
El equívoco de que creemos que se trata de una persona y resulta un cuadro está bien conseguido.
Hola, Rosa.
Agradecer tu amable y completo comentario. Cuando escribo, me gusta pensar en lo que puede sentir el lector. Es un premio, más que cualquier otro que se pudiera pretender, que me comentéis vuestras impresiones acerca de mi relato.
Agradecido y cálido saludo.
Ay, todo el rato pensando a quien o a qué se refería, has sabido mantener el intríngulís hasta el final. Además, es muy original.
Un abrazo y suerte.
Hola, Rosario.
Agradezco enormemente este comentario. Anima mucho a continuar escribiendo y compartiendo relatos
Un cálido saludo. Nos leemos.
Cada uno de nosotros percibe el mundo de forma subjetiva, distinta a la de los demás, pero hasta esa apreciación personal puede ir variando con el tiempo, o incluso saltar una chispa en un momento y que cambie la perspectiva radicalmente. Lo de tu protagonista parece que ha sido un proceso que ha culminado en un «enamoramiento» (misterioso, apasionante…) y además le ha hecho plantearse una actitud, así que mejor imposible. Un abrazo y suerte,
Hola, Ana.
Disculpas por el retraso y un millón de gracias por tu valiosísimo comentario.
Soy bastante fan de los finales abiertos y así los suelo dejar a veces. El publicar en ENTC añade un plus y es que puedo recibir el feedback de compañeros y compañeras tan apreciados como tú y que me cuenten qué final han elegido. El que tú escoges me parece estupendo.
Lo que es mejor imposible es haber tenido la oportunidad de conocerte. Un cálido abrazo.
Hermoso relato el tuyo, Barceló. Y quienes somos de Bellas Artes le damos toda la razón al protagonista de tu cuento: Es alambicado, difícil, arcano, distante…Pero muy especial, misterioso y fascinante, como los buenos cuadros abstractos. Un abrazo, guapo, y suerte.
Hola, Puri.
Me encanta esa riqueza de adjetivos. Lo bonito de observar un buen cuadro, y en eso se parece mucho a leer un buen microrrelato, es que cada cual puede tener su propia visión/lectura de lo que tiene delante. Otra de las cosas que atañe a esta dos «bellas artes» es que el filtro del tiempo puede cambiar la perspectiva y hacer ver o interpretar detalles que antes no se habían contemplado.
Muchísimas gracias por tu amabilidad. Un cálido abrazo.
Lo bueno de tu micro, además del ritmo, es la tensión narrativa mantenida. Al final se desvela el meollo, y uno acaba la lectura con una sonrisa. Suerte
Hola, Jesús.
Gracias por tus palabras. Me congratulo por esa sonrisa, porque eso es un gran premio.
Un cálido saludo, amigo.