Edita, hay mujeres que se sienten náufragas en su propia isla. Dependen tanto de ellas que egoístamente no las quieren dejar escapar. Contundente. Muy bueno. Abrazos.
Pobres mujeres sin escapatoria en un mundo de papeles rígidos, anquilosados, en el que no quieren estar ni pueden escapar, aunque puede ser que quizá alguna, en el fondo, tampoco se atreva, porque su mundo es un infierno, pero es el suyo y no conoce otro.
Te alabo el mérito de haber descrito perfectamente un entorno agobiante de semiesclavitud con tan sólo once palabras.
Suerte y un saludo
Totalmente de acuerdo con lo que dices, lógicamente. Aunque la víctima podría ser mamá, abuela, hija, hermana, cuñada, criada… 🙂
Muchas gracias por la visita.
Qué bueno! Pobre mujer. Nos haces imaginar a una mujer desesperada, cargada de obligaciones o penas o enfermedades…, y sin final a la vista, que pienso es lo peor.
Un nano trágico muy bien condensado entre la vida y la muerte.
Un ejemplo perfecto para descubrir cómo el título de un micro se hace una parte inseparable de su contenido. Qué dura realidad nos describes con tan pocas palabras.
Suerte y saludos.
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La gente solo sabe incordiar. No dejan en paz a nadie.
Besos.
Pues sí, ni la dejan a una suicidarse a gusto… 🙂
Ains esa casa-prisión que aisla a tantas mujeres por hacerse imprescindibles… Besos.
Como una isla en el océano rodeada de tiburones.
Edita, hay mujeres que se sienten náufragas en su propia isla. Dependen tanto de ellas que egoístamente no las quieren dejar escapar. Contundente. Muy bueno. Abrazos.
A lo mejor no saben nadar… 🙂
Pobres mujeres sin escapatoria en un mundo de papeles rígidos, anquilosados, en el que no quieren estar ni pueden escapar, aunque puede ser que quizá alguna, en el fondo, tampoco se atreva, porque su mundo es un infierno, pero es el suyo y no conoce otro.
Te alabo el mérito de haber descrito perfectamente un entorno agobiante de semiesclavitud con tan sólo once palabras.
Suerte y un saludo
Muchas gracias por tus palabras.
Muy bueno, puedes demostrar una realidad de muchas mujeres.
Un abrazo y suerte.
Muchas gracias.
Genial, me privan los «Mini, mini»
Te mereces mucha suerte
¡Oooooh! No sé si la merezco; pero, con comentarios así, creo que ya he tenido mucha suerte.
Mil gracias.
Corto y contundente, y encima real. Que a veces ocurre.
Saludos
Aunque no está inspirado en ningún caso concreto, sí que podrá coincidir con la realidad. Gracias por leerme.
Hola, Edita.
Guau, dicen que lo bueno si breve…
Es una lástima, pero no es algo descabellado lo que cuentas en este microbreve.
Suerte, suerte y suerte.
Unos abrazos.
Gracias, gracias y gracias.
Muchas gracias.
Me parece un himno al hartazgo que sufren algunas mujeres. Enhorabuena. Breve y bueno. Mucha suerte. 🙂
Muchas gracias.
Es hiperbreve, pero duro. Pobrecitas muchas mamás lo que sufren en casa, son como el caracol, si se van, se la llevan a cuestas.
Totalmente de acuerdo con lo que dices, lógicamente. Aunque la víctima podría ser mamá, abuela, hija, hermana, cuñada, criada… 🙂
Muchas gracias por la visita.
Qué bueno! Pobre mujer. Nos haces imaginar a una mujer desesperada, cargada de obligaciones o penas o enfermedades…, y sin final a la vista, que pienso es lo peor.
Un nano trágico muy bien condensado entre la vida y la muerte.
Me gusta
Un abrazo.
Aunque mi intención era esa, claro, me sorprende cada comentario favorable. Muchas gracias.
Un ejemplo perfecto para descubrir cómo el título de un micro se hace una parte inseparable de su contenido. Qué dura realidad nos describes con tan pocas palabras.
Suerte y saludos.
¡Cómo me gusta lo que has dicho del título! Los títulos son mi debilidad. Muchas gracias.
La verdad es que tu micro es duro. Mal de una forma, mal de otra. Impotencia e infortunio en ambas situaciones. Triste, pero bueno. Suerte y abrazo.
Justo el título que le había puesto al principio era «Impotencia». Fíjate si has atinado. Muchas gracias.