93. Encuentro (El Moli)
Perdí la conciencia del tiempo transcurrido, no me interesa, ya que mi destino es incierto. Vagaré por el espacio hasta el fin de mis días sin llegar a ningún destino.
Lo había perdido todo, por eso acepté la misión; mi futuro era el mismo que aquí en el espacio. Soledad física y afectiva. Nada me ataba para quedarme. El silencio es atronador, solo el siseo de los equipos y alguna transmisión desde el control; preguntan que veo desde la escotilla. La tierra sólo es un punto azul que pronto dejaré de ver y ese enorme cometa que cada vez está más cerca y coincide con mi órbita.
Eso nadie me lo dijo…
Veo un vislumbre de desencanto y rebeldía de alguien que aunque está desilucionado y cansado de la vida, no se esperaba ese final. Fue elegido por esa condición como víctima propiciatoria y sin que mediara su decisióbn, pero sin embargo cuando ve los alcances de la misión, ya no se siente tan seguro al enfrentarse a ese destino.
Breve y conciso. De lo mejor que te he leído, Moli.
ABrazos y saludos, Moli.
Muchas gracias Patricia, ni yo lo hubiera imaginado.
Un abrazo.
Hola, Moli.
Un tipo desencantado que acepta una misión porque no le queda nada a lo que aferrarse. Me da pena la actitud del protagonista, porque si algo no hay que perder nunca es la esperanza.
En fin, que haya suerte con el cometa.
Abrazos.
Muchas gracias Towanda, en lugar de encuentro el título debió ser desencanto.
Un abrazo.
No debe haber soledad más grande y profunda que la que pueda sentir una persona aislada en el espacio. Aunque tu protagonista tampoco estaba más acompañado en su planeta natal, lleno de gente. Quizá el encuentro con ese cometa, que no parece vaya a ser suave, sea la liberación que necesita, el paso a otra dimensión en la que tal vez si que encaje.
Un abrazo, Moli
Gracias maestro, esa era la idea.
Un gran abrazo.
Moli, termino de leer tu relato y siento frío. La tristeza, el desencanto, la soledad que transmite… da miedo.
Una atmósfera emocional muy bien transmitida, y con un final que se aventura terrible.
Un abrazoooo
Gracias querida amiga, no tenía idea sobre que escribir y arranque por el lado de la soledad final.
Un gran abrazo.
Y qué más le daba el cometa a esa persona tan desahuciada, ni siquiera parece que sienta esas ausencias o pérdidas. Quizá, lo del comenta, en este caso, sea lo mejor que le pueda pasar, igual así la adrenalina vuelva a galopar por su sangre.
Buena suerte y buena vida.
Muchas gracias Mercedes, un final quizás deseado…
Un abrazo.
Un magnifico canto a la soledad, desde la Tierra al Espacio, con mucho sentimiento.
Cala tu mensaje, Moli.
Suerte.
Gracias Maria Jesus.
Te dejo un abrazo.
Acertada la idea y bien enlazada con el tema, Moli.
Enhorabuena y suerte, compañero.
Muchas gracias Cristina, se hace lo que se puede.
Un abrazo.
Mira, que perdido por perdido, por ahí el cometa le permite empezar una vida nueva y distinta… Eso quiero pensar.
¡Suerte!
Es verdad, todo puede ser, a lo mejor tiene una segunda oportunidad.
Un abrazo.
Luis Alberto, entre tanto pesimismo se atisba un cambio. Nos dejas con el suspense de si es para mejor. Bien llevada esa actitiud tan desesperanzada en tu cuento. Suerte y saludos
Gracias Calamanda, el cambio viene sin duda, el cometa es la respuesta.
Un abrazo.
Cuando la soledad se hace presente, deseas alejarte de ella, aunque sea fuera de tu planeta. Ese silencio ensordece y la vista le hace ver que su futuro será una explosión que quizás le haga despertar en un mundo con más felicidad.
Buen relato Luis Alberto.
Un abrazo y suerte.
Gracias Maria Belen, el silencio aturde mucho mas que el ruido. Solemos necesitar un tremendo cambio para despertar a una nueva realidad.
Un abrazo.
Hola Molí. Yo quiero pensar que tu protagonista hará todo lo posible por apartarse de esa órbita maldita. Él, en el fondo, quiere vivir, aunque sea en soledad.
Me ha gustado mucho la tensión que destila el monólogo del protagonista.
Un abrazo y mucha suerte.
Ton.
Gracias Juan. Pavada de comentario!
Un abrazo.
Gracias Ton, pienso como vos, que su meta es un cambio radical.
Un abrazo.
Moli todos los comentarios sobre tu escrito son tan acertados que ya no me quedan mas palabras que agregar.Eres un gran escritor
(Eso nadie te lo dijo)
Gracias Mery, aunque al lado de estos monstruos el título escritor me queda grande.
Un abrazo.
Pues le has buscado a tu prota el mejor final posible.(¡Bravo!)¿Para qué vagar y vagar en soledad y sin destino? al menos ahora hay algo que esperar…
Gracias Reve, puede pasar lo peor o quizás nada…
Todo depende de las circunstancias.
Un abrazo.
Un relato que nos enseña con buen oficio lo que pasa cuando no tienes nada que perder, y como cambia el baremo de la propia vida cuando nada dejas atrás. En muy poco nos llevas a ese final que además de inquietar propone al lector desear una alternativa. Gracias por comoartirlo y mucha suerte 🙂
Muchas gracias Juan, el final puede ser o no, no lo sabemos, solo lo intuimos.
Un abrazo.
De como se está asociando la soledad con el espacio, y de la sorpresa de un encuentro inesperado. No gusta ese tono monocorde que le has dado, ese hombre hace bien inmolándose. Suerte.
Hola Maestro, mi duda es: ¿Y si no se inmola? ¿Si sólo es una posibilidad?
Todo puedes ser.
Un abrazo.
Tu protagonista se lanza al espacio como quien se lanza a un abismo. No creo que sea una buena manera de afrontar las cosas, pero quién no ha querido desaparecer en algún momento?
Un abrazo.
Me gusta tu comentario ya que difiere de los demás, en realidad parece un suicidio, ya que elige viajar para huir de su destino.
Un abrazo.