51. Encuentros y picores
Sudo con la cabeza metida debajo del nórdico (quiero decir, del edredón). Fuera está el peligro. Los primeros mosquitos atacan y son de una generación de inmunes a los vapores de mi Súper Bloom Eléctrico. Saco la cabeza de la trinchera. Zumbido cero. Mando a paseo al nórdico cuando, de no se sabe dónde, vuelve el enemigo directo hacia mí. Por la intensidad del ruido de sus motores, deduzco que se está acercando a la parte esa tierna de debajo de mi oreja derecha. Luego, lo imagino aterrizando y sacando su artillería afilada para clavármela y chupar. Entonces… ¡plaf! Del tortazo que me doy me quedo unos segundos atontada, luego enciendo la luz y… ¡sí, le he dado!
Desvelada, aprovecho para ir al baño, y al volver me encuentro a un Superman desaliñado y mareado sentado en la cama, mientras que otro mosquito da pasadas de reconocimiento por la habitación. Me cabreo más que me sorprendo.
—Superwoman y yo mismo estábamos probando nuestros nuevos disfraces de mosquitos y… —farfulla el hombre.
—Lo siento, haber avisado —le digo—. Y mirando hacia su compañera añado—: ahora iré a por ella, ten cuidado, tío, no hay nada más peligroso que una mosquita muerta.
Sorprendente y divertido a más no poder. El detalle final, con el detalle y la excusa del supuesto peligro sobre la mosquita muerta, apunta a un futuro entre la protagonista y Supermán, o al menos parece que es lo que ella busca, aunque no lo diga.
Un abrazo, Dominique. Suerte
Gracias, Angel… me salió un relato un poco loco, pero eso quise, que fuera divertido y que quedase dicho ,aunque muy por lo bajini, que los Supermen y Superwomen (con o sin mayúscula inicial) no existen. Pero, volviendo a la historia, tienes razón, algo podría ocurrir en esta habitación (con o sin nórdico). Un abrazo
Perdón, Ángel, le quite la tilde a tu nombre…
Muy divertido, Vernay. Muy loco, como tú dices. Y cuidado con las mosquitas muertas…
Besos
Gracias, Inés, sí, son las peores.:-))