ENE101. PUNTO FINAL, de Alfonso Carabias Antúnez
Al abrir los ojos se noto molesto y desorientado, y le costó percibir de entre la amalgama de cables y tubos que lo rodeaban la figura de un joven que lo miraba expectante.
– Pensé que este momento no llegaría nunca – dijo el joven acercándose a su cama. Quiero darte las gracias por no dejarte vencer; hace mucho tiempo que nuestros destinos están unidos y tu lucha es la mía.
– ¿Sabes? – continuo diciendo mientras caminaba hacia la puerta de la habitación y echaba el pestillo- yo también lo he pasado mal este tiempo, y la verdad, hubiera sido fácil para los dos terminar con esto, pero sé que ni tu ni yo nos lo hubiéramos perdonado nunca, y eso nos ha retroalimentado a los dos, el saber que este día llegaría.
– Hace cuatro años el deportivo que conducías se salió de la vía y se estrelló contra el coche en el que viajaban mis padres. Ellos murieron en el acto y tú quedaste en coma.
El joven saco un arma de su bolsillo mientras una lágrima recorría su mejilla.
– Serán cinco balas para ti y una para mí. Lo sé, no es justo. Tampoco lo fue entonces.
Huy, me escalofría esa venganza; nada arreglará, unicamente que el encamado quisiera morir, pero aún así, arreglaría nada.
en fin, literatura que me da la mano y dirige mis sentimientos por los caminos de esas letras, a toda velocidad.
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Gracias por tu comentario Angeles. La verdad es que la venganza nunca sana la herida, pero siempre nos damos cuenta cuando es demasiado tarde.
Un saludo.
Estuve en tu blog y te decía que este micro es en extremo ¡muy duro!. La venganza fría y medida a lo largo de muchos años, puede resultar estremecedora, sobre todo cuando el diálogo antecesor no la preconizaba.
Un abrazo Alfonso y muchas gracias por venir hasta mis palabras.
Muy duro Alfonso, muy duro… Supongo que la justicia es dura, pero cuando creemos que tenemos la verdad, lo es más todavía… Un beso.
Alfonso, su agilidad nos lleva hasta el fatal y casi intuido final.
Laura, mer sol, Calamanda; gracias por vuestros comentarios. El relato efectivamente es duro, pues narra una venganza obsesiva nacida tiempo atras.
Un saludo a todos.
Fuerte así es el final de este maravilloso relato.
Un gusto leerte, mis mejores deseos para vos.
Un abrazo
El gusto es mio Sindel.
El tema de este mes me dio una idea inicial y la imaginacion hizo el resto, aunque esta a veces es caprichosa y va por senderos oscuros.
Un saludo.
Has abierto la puerta a lo peor del ser humano, pero lo has hecho con elegancia y buen hacer. Me voy paladeando el sabor de la injusticia.
Saludos.
Gracias por tu comentario Paloma. Supongo que todos cuando escribimos un relato intentamos que deje un poso o no pase desapercibido, si lo he conseguido, aunque sea con esta dura historia, bienvenido sea.
Un saludo.
La venganza y la paciencia para hacer efectiva esa venganza. Impresiona tu realato.
Suerte.
Besicos muchos.
Gracias por el comentario. Me halaga que te haya impresionado el relato.
Un saludo.
Un duro despertar para los dos. Un abrazo.
Gracias por tu comentario Aurora. Efectivamente el despertar fue duro, aunque el trance del que despertaron tampoco fue bueno.
Un saludo.
A mi me gusta mucho, es una pena un par de tildes rebeldes que se han escapado…
Gracias por tu comentario isa, ¿sabes? tengo una mala costumbre, escribo sin poner tildes y luego paso el corrector ortografico y la verdad es que no es del todo fiable.
Un saludo.
Un duro relato crónica de una venganza sin razon pues al final el propio verdugo termina también muerto.
Me ha venido a la mente la frase «mueren todos, hasta el apuntador»
Suerte.
Gracias por tu comentario José, la verdad es que en el relato traté de plasmar lo ciega que puede llegar a ser la sed de venganza. Nada arregla, pero nadie parece darse cuenta hasta el final.
Un saludo.