ENE141. EL PARAÍSO, de Malén Carrillo Puig
Cuando despertó se encontró en la cama de su infancia. Unos cálidos brazos la acunaban y la sostenían como cuando era una niña.
-No pasa nada, mi amor, sólo ha sido una pesadilla.
De nuevo se hallaba en la habitación de su niñez. Su madre, que hacía tantos años ya que había fallecido, estaba junto a ella, calmándola. Se sentía pequeña, ingrávida y cristalina. No entendía nada. ¿Regresión a la infancia?, ¿un sueño en el interior de otro? o ¿sería, tal vez, la muerte?
Se volvió a acurrucar en el regazo materno, aspirando aquel aroma tan querido, sin importarle despejar los enigmas.
Sin duda aquello era el paraíso.
Sí, nuestro interior está lleno de enigmáticos recursos.
Abrazo.
Lines
Me ha gustado como lo cuentas, los adjetivos y la historia. Quizás suprimiría los interrogantes , o lo pondría sin interrogaciones,y tendría más magia y enigma. De todas formas, muy bien.
Saludos.
Uno siempre vuelve a los lugares donde se sintió querido….(creo recordar que es la letra de una canción cantada por Chavela Vargas).
Que tengas suerte.
saludos
Anna J R
Qué entrañable cuento, Maga, felicidades.
Gracias a todos. Un abrazo
Pues no estaría mal que el paraíso causara esas sensaciones. Muy cálido tu relato.
Un abrazo Magda.
Es curioso como a mí los despertares no me llevan a la infancia.Para mí ese es un tiempo lleno de horas de acostarse, cuentos y más cuentos(privilegio de ser la más pequeña de familia numerosa…)A pesar de eso me ha gustado tu relato, me ha transmitido el deseo de sentirme en el regazo de esa madre…
Creo que no hay mayor sensación de seguridad que estar en el regazo de la madre, cuando eres pequeño. Cada quien construye su propia idea del paraíso. Suerte.