ENE162. CAPERUCITA, de Nani Canovaca López
Caperucita había cogido la cesta con la comida que mamá le preparó y se puso en camino a casa de la abuela. Mamá le recomendó que fuera por el atajo en vez de adentrarse en el bosque, porque ya era temporada de tala y los leñadores andaban con sus sierras eléctricas, sin mirar quién iba o venía por los caminos que proporcionaban sombra a los caminantes. Ellos solo sabían que tenían que cortar mucha madera para cobrar el jornal y después, ir a la taberna a beber cerveza.
La idea la contrarió porque le gustaba encontrar en el recodo de la roca rosada, al viejo lobo y echar una partidita de dominó con él, mientras se relamían una de las tortas que llevaba para la abuela y de paso, comentar las cosas raras que hacían los mayores y que a ella le costaba entender. Con el lobo era agradable charlar, ya que la escuchaba atento con sus enormes orejas, mientras la miraba fijamente y le guiñaba un ojo de complicidad, así que decidió arriesgarse y buscar a su amigo, cuando se despertó al lado del que ya era un extraño y olía demasiado a cerveza.
Buenas Nani, gracias por la sonrisilla mañanera que me has dejado en la cara. Felicidades por el cuento y un besote!
Muchas gracias Alicia. Despertar una sonrisa es un primio hoy en día.
Besicos muchos.
Qué bueno Nani.
Para mi, ya sonrisa de vermouth, je je.
Mucho más creíble tu versión de la historia.
Un besazo y mucha suerte.
Gracias Miguel por pasar y comentar. A veces a Caperucita nos la pintan algo subrrealista y poco creible.
Besicos muchos.
No llego a captar la sustancia del relato. Para mi que al final se despierta junto a un leñador borracho de cerveza. No sé, me pierdo. Venga, que tengas suerte.
Anda, que ya me vale. Me he ido a dar una vuelta con tu relato en la cabeza y he visto mi error. He confundido a la protagonista, no es Caperucita, es la mujer del leñador, su sueño y la reqalida, jeje, así sí que veo la ironía y el monstruo. En fin, problema mío,
Ximens a veces el lobo juega al dominó y no se come a las ovejitas, jejejej.
A mí también me pasa a veces, me cuesta coger algunas sutilizas e ironías.
Muchas gracias por pasar y comentar. Aprendo mucho de todos vuestros comentarios y eso, ya me merece la pena más que nada.
Besicos muchos.
Pues no veo que sea la esposa del leñador. La protagonista es Caperucita, y lo que me parece es que el lobo ha bebido o Caperucita acaba liada con un leñador.
Espero aclaración.
Gracias 🙂
Antonia, ni una cosa ni otra. A veces pretendemos que malo sea el que da el perfil porque alguién lo dijo y en este caso el lobo juega al dominó y los leñadores no son los que le sarvan el pellejo. Igual no he sabido llegar a algunos.
Besicos muchos.
Nani, curiosamente yo he elegido, también, este cuento para el micro de Enero. Suerte y saludos.
Calamanda, acabo de leer tu relato y ya te he comentado. Que casualidad que las dos hayamos pensado en el mismo cuento, pero comote digo, con distinta temática, ¿no crees?
Besicos muchos.
Vale, releído de nuevo el final, veo que ella duerme con «el extraño» bebedor y busca a su amigo lobo.
Así sí. Caperucita sigue siendo la prota y quizás con el que duerme también sea leñador. 🙂 Gracias y suerte.
Yo lo veo claro, pero al revés de cómo lo ve Antonia. La señora desgraciada de la vida real que duerme al lado de su marido (probablemente) que para ella ya es un extraño y apesta a cerveza, tiene un bonito sueño en el que ella es Caperucita y se va a buscar al lobo para echar unas partiditas de dominó.
Es que qué bueno son los sueños y qué mala la realidad, a veces.
Suerte, Nani.
Ricardo, me encanta tu comentario. No quería desvelar más para saber si me hacía llegar de alguna manera. Tú has visto mi intención. Te agradezco eo comentario.
Besicos muchos.
ummmmmmm interesante interpretación que puede darle cada cuál a este relato. A veces la peste a cerveza lo único que trae es más peste a recuerdos. Orejas para escucharla mejor y ojos para verla mejor, sólo eso.
Muy bonito.
Muchas gracias Creativostmm. Efectivamente, cada cuál puede interpretarlo de distienta manera.
Besicos muchos.
El mundo al revés, hasta en lo del atajo, me gusta esa idea de que los clichés no son intocables. Suerte para tu metacuento!
Saludos.
Muchas gracias Paloma. Los clichés debemos ya dejarlos solo para esas antiguas fotos, por ejemplo y probar con otras cosas.
De nuevo muchas gracias por comentar.
Besicos muchos.
¡Me encanta!
Y a mí me encanta que te encante y me encanta encontrarte. Muchas gracias por comentar.
Besicos muchos.
Pues o el lobo tiene dos patas o no entiendo lo del sueño, puesto que dice que lo conoce, juega con él a dominó y tal y tal y no se refiere al sueño, sino que al despertarse junto al bebedor, va a buscar a quien la comprende. Cada cual verá lo que quiera, pero explicitado no está ni da esa pista. La historia me gusta, es buena, pero no necesita que sea sueño.
Ahora, ya, aparte el micro,¡Que triste sería que si para evadirse y encontrar amigo o lo que sea, sólo existiera en sueños!
Si Antonia, en la realidad esto seria muy triste. En cuanto al micro siento que la idea no te llegue del todo, pero te estoy agradecida porque me enseñais con vuestros comentarios. Besicos muchos.
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
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Me gusta tu revisión del cuento. Para aportar otra versión te diré que yo pensé que la señora que sueña con el lobo podría ser Caperucita de mayor, que acabó casada con un leñador, fue sólo una sensación que me dio al acabar de leerlo, pero podría ser cualquier otra señora. Me gusta.
Un abrazo
Muchas gracias Nieves. Jugar con distintas posibilidades divierte, de eso sabes tú bastante. Me alegra que te haya gustado.
Besicos muchos.