ENE24. SUEÑOS DE FÚTBOL, de Fran Rubio
Notaba una rodilla sobre su espalda, cálida, redonda. Incapaz de moverse, se sabía, sin embargo, despierto. ¿Estaré muerto? Pasaron unos minutos hasta que fue capaz de articular una mano, después un pie. Todavía notaba como si hubiese una “presencia” junto a él. Consiguió hablar al fin para soltar un gemido de desorientación, miedo y alegría; alegría para celebrar que podía hablar, que podía moverse. Después gritó goooool; no discernía si era sueño o no, pero lo había marcado él, con la derecha. Estaba vivo, o eso empezaba a creer. Recordó entonces lo de la parálisis del sueño, ese episodio, al parecer no tan infrecuente, que había sufrido treinta años atrás, cuando lo de su padre. Algo parecido a una catalepsia momentánea, breve. Esto, sin embargo, más se parecía a un mal sueño, un despertar con ansia; como el lograr salir de un pozo en el que no recuerdas como has caído. Olía diferente, y todo era blanco.
Cuando despertó del todo, allí estaban, junto a la cama, el médico y su madre. En los ojos de ella vio, que efectivamente, le habían cortado la pierna.
Nos cuentas perfectamente la angustia de un despertar para comprobar lo que era inevitable,me ha conmovido. Nuria
Gracias, Nuria. Me alegra haber sido capaz de conmover con mi relato. A mí me pasó mientras lo escribía. Un abrazo.
Un despertar a una dura realidad. Estremecedora situación que resuelves al final.
Recibe mis saludos.
Anna J R
Muchas gracias, Anna. Eso es más o menos lo que pretendía en cuanto a la «técnica»: no resolver hasta la última frase, no dejar que se «adivinase» el final. No sé si lo he conseguido…
Reflejas muy bien esas sensaciones oníricas de cuando estamos intentando dejar atrás el sueño y no lo conseguimos y, en este caso, presumiblemente saliendo de una anestesia, lo cual hace todo siempre más confuso. Un saludo.
Ana, me alegra que hayas «notado» lo de la anestesia. Yo nunca he salido de una, pero si que me he preguntado muchas veces qué sería lo que se siente. He tratado de «sentir» ese momento en este micro.
Gracias por tu opinión. Un abrazo.
Fran, la situaciçon supera a cualquiera. Suerte y saludos.
La verdad es que es una situción fuerte, muy traumática. Muchas gracias, Calamanda.
Sveikinu tau, Fran, labai gera pasaka!!!
Me parece un texto muy bien trabajado, que va llevando al lector de un lado a otro (pasan muchas cosas muy bien contadas en poco espacio) e incluso te permites destellos de ironía (el momento «gooool» me ha levantado una sonrisa) antes de catapultarnos al doloroso final…
Man labai patiko, biciuli ;-P
Un fuerte abrazo y suerte!
NACHO RUBIO
Hola Nacho. Veo que me has «pillado» el truco de marear la perdiz, de tratar de entretener al lector de un sitio para otro para dar un golpe de efecto al final. Tal vez le encuentre demasiadas comas a mi texto, una tendencia a tratar de explicar más de lo realmente necesario, pero me siento bastante satisfecho con el resultado final.
Me alegra que te guste, compañero.
Dekoju uz sveikinima.
(La Svyturys sigue enfriándose…)
Sentir «el miembro fantasma» y los ojos de la madre que no mienten.
Si, Anónimo, son en efecto, un par de recursos para inyectr «sentimentalismo» al micro.
Gracias.
Un relato triste, pero bien narrado. Me ha gustado, Fran.
Niño, que dureza de relato y a la vez que real!! Per se percibe todo ese querer y no querer asumir la realidad, eld espertar que no queremos aceptar.
Suerte y…
Besicos muchos.
Vaya micro, cuanta intensidad de acontecimientos… totalmente despistada. Cómo va cambiando de ser un sueño-pesadilla, a un recuerdo feliz y al triste final. Nos llevas por un camino largo lleno de giros en tan sólo 200 palabras.
María Elejoste Larrucea = MEL
Conseguiste lo que dice el decálogo del cuentista y una conclusión inesperada.
!Enhorabuena!
Lines
Fran, un relato muy duro. Tiene que ser terrible despertarse de la anestesia con una pierna menos.
A ver si tienes suerte con el. Un saludo
Muy duro, Fran. Bien contadas esas sensaciones del despertar de una anestesia, sabes que tengo experiencia. Y sí, lo has descrito bastante bien. Y bien cerrado con ese final tan contundente y triste.
Suerte
Besitos