ENE25. A PLENA LUZ, de Sara Lew
Alba abrió los ojos. Una apacible claridad inundaba la habitación. Se levantó y observó en derredor. ¡Al fin podía verlo a plena luz! El temido monstruo, entonces, era real. Aunque así dormido debajo de su cama, con ese enorme y espantoso cuerpo arrebujado entre juguetes y peluches, ya no daba tanto miedo. Es más, incluso inspiraba un poquito de ternura. Alba se marchó con una sonrisa.
Al llegar la noche, cuando el monstruo despertó, descubrió con pesar que la niña enferma de la que tanto se había encariñado, ya no estaba allí.
Los peluches cobran vida con el aliento infantil. A veces, con tanta fuerza, que tienen vida más allá de la marcha del niño.
Se miran en los espejos y ya no están allí.
Un fuerte abrazo.
Entre la vida y la muerte, la realidad y la fantasía hay un corto trecho.
Gracias Albada por pasarte a leer y comentar.
Un abrazo.
Realidad y fantasía fundidos en un anhelo.
Sara, me gusta tu relato de amor y de muerte.
Un beso grande.
Vaya, lo que respondí a Albada se asemeja a tu comentario. Jajaja. El mundo de los sueños, a plena luz.
Gracias Petra. Un abrazo.
Sara, tú siempre tan dulce y melancólica. Será el mar… Un abrazo
Será el mar este de invierno, que aunque lo tengo tan cerca, lo veo de lejos. Sin embargo, yo creo que es la montaña (donde nací) la que me hizo así de melancólica 🙂
Un abrazo.
Un entrañable monstruo con sentimientos. Tierno relato.
Recibe mis saludos.
Anna J R
A veces «monstruo» no es otra cosa que un ser desconocido y «raro» para nosotros; pero una vez que salvamos distancias, todo cambia…
Gracias. Un saludo.
Me gusta esa idea de que lo que imaginamos pueda sobrevivirnos, y también me gusta cómo lo has desarrollado. Un saludo.
Lo que imaginamos puede sobrevivirnos. Ahora que lo dices, es una idea que he plasmado sin querer en varios relatos. ¿Pueden los personajes de nuestras historias ser conscientes de sí mismos?
Gracias, Ana.
Un abrazo.
Allí te he comentado, en tu blog, Sara. Es que llegué y como no estabas te dejé una nota bajo la puerta. Y un abrazo colgado del picaporte.
Gracias, Miguelángel. Me hizo mucha ilusión llegar a casa y sentir un abrazo al girar el picaporte. Y no te diré la alegría de encontrar tu nota bajo la puerta…
Un beso.
Un buen giro al cuento del dinosaurio (monstruo). Has logrado que todos queramos tener un monstruo tan tierno bajo la cama.
¿Quién dice que no tenemos uno?
Un abrazo, Paloma.
Sara, si los monstruos son de esa manera que relatas y se encaprichan de sus seres a los que aterran ¡me pido uno para esta noche! y que cuando él despierte…me encuentre dormida, muy dormida.
Bello giro del dinosaurio. Me gusta, Sara.
Un beso.
Es que hasta los monstruos tienen su corazoncito…
Siempre quise darle un giro a este famoso dinosaurio, y ya que me han dado aquí la oportunidad jaja.
Aunque , si te pones a pensar, después de Monterroso ya no hay manera de escribir frases tan comunes como «ya no estaba allí» o «cuando despertó» sin relacionarlas con su cuento.
Un abrazo, Laura.
Un gran texto, Sara. Muy bien gestado ese firo final, que le da una vuelta de tuerca más que interesante al hallazgo de Monterroso… Enhorabuena!!
Un abrazo y suerte!!
NACHO RUBIO
Gracias, Nacho.
Un abrazo.
Quería decir GIRO FINAL, sorry 🙂
Nacho
Bonito.
Gracias, Anónimo.
Un saludo.
Miedo al monstruo de la enfermedad. Una vez vencida… él se queda solo.
Me gusta tu lectura, Anónimo. Así debe ser.
Un saludo.
Tiene un punto a la nostalgia de Frankesntein
Los monstruos que saben que lo son a la vista de los demás y que por eso se esconden, buscan cariño, aceptación… Puede ser.
Gracias Cybrghost por pasarte también por aquí.
Un saludo.
Muy bueno, Sara. Una doble vuelta de tuerca: por un lado, la de encontrarnos con un monstruo de abajo de la cama bueno, y por el otro, la metaficción inversa: ahora es el monstruo/dinosaurio quien despierta. Es curioso que en el cuento original de Monterros todos piensen que es una persona quien despierta, cuando en realidad podría ser desde una ardilla a un aliénigena.
Saludos
Es obvio, si el monstruo trabaja asustando de noche, tendrá que dormir de día jaja.
Quizás el cuento del dinosaurio se hizo famoso por dejar tantas puertas abiertas, tantas historias en tan pocas palabras. Aunque yo también soy de las que piensan que es una persona la que despierta. Y, como dices, puede ser cualquier cosa.
Gracias Gabriel por tu comentario.
Un abrazo.
El monstruo que sueña a la niña. Muy logrado tu final con sorpresa.
Un beso
Un tierno relato, Sara, sobre el universo infantil, en que la fantasía ayuda a los niños superar los temores y las efermedades.
Un abrazo.
Será porque me tuve que tragar la peli de Monstruos S.A. tropecientas veces, tu micro me la ha traído a la mente y me lo imagino azul, peludo, tierno y cálido. Yo también quiero uno debajo d emi cama ;o)
Un beso, sara
El final perfecto, bueno y todo lo demás.
Mi aplauso. Enhorabuena.
Al comenzar a leerte me acordé de las pesadillas que de niña tenía, sobre todo cuando tenía fiebre. Después no sé si pensar que el monstruo era el que perseguía la vida de esa niña a pesar de tenerle cariño. Un relato que deja un poquito en suspense.
Suerte y…
Besicos muchos.
¡muy bien «llevado»!…
me gusto esta idea de que hasta los peluches tengan vida interior…
también de mayor podemos estar «enfermos»: pesadillas recurrentes que nos acechan…
acabe por tener cariño en uno repetitivo adonde me caía por un acantilado… porque me propuse «dominarle» consiguiendo que yo levantaría el vuelo antes de espatarrarme abajo…
Un relato precioso,Sara, particularmente me encanta leer y escribir sobre la infancia, es una etapa muy interesante. Está, como siempre en tu caso, muy bien escrito y el final queda abierto a variadas interpretaciones. Te dejo la mía: El que los monstruos infantiles empequeñezcan a la vista de la pequeña protagonista es un signo de su prematura madurez. Le espera un monstruo más terrible,la muerte, y ella parece comprenderlo y aceptarlo con serenidad. Un beso y suerte. Tu relato merece un buen puesto.
Bonito relato, me ha gustado la historia.
Un saludo, Blanca
O sea, que la niña se curó. Bien, la imaginación del dinosaurio es equiparable a la de los infantes, a los que lo describen o a los que leemos, sonrío.
Abrazo.
Lines
Qué cuento más tierno, donde todo es al revés a plena luz. Me recuerda un poco a Monstruos S.A donde los monstruos peludos cuidan a la niña. Y sí es verdad que nuestros miedos hasta nos cogen cariño y se ven de otra manera por la mañana. ¿cómo te gustan los monstruos no? En muchos de tus cuentos aparecen… ¿has mirado bien debajo de tu cama?
María Elejoste Larrucea = MEL
Sara, un monstruo que le coge cariño a su creadora y cobra sentimientos. Muy original.
Es mejor que se quede escondido para siempre y que la niña, como dices en el títulos vea el mundo a plena luz.
Un saludo también desde cerca del mar
Me gusta mucho este micro, en el que se mezclan la fantasía y la realidad. Es tierno e inocente.
Suerte con tu relato.
Un saludo, Sara.
¡Menuda vuelta de tuerca, Sara!
Tu micro es dulce y muy triste al tiempo, precioso.
Un beso.
Precioso tu micro, Sara. Y es que los monstruos a veces merecen otra oportunidad. Tú nos has brindado otra forma de verlo.
Suerte
Besitos
Qué bonito, me ha recorrido un escalofrío. Enhorabuena Sara. Por cierto, me han chivado que vives en un pueblo de Almería, a ver si vamos a ser vecinas…
Felicidades, Sara. Es tremendamente tierno. Triste, pero con amor. Premio merecido, sin duda.
¿Hay algo más fascinante que el mundo de los sueños?
Tu micro tiene la magia que saben darle los niños a sus cosas.
Besos.