ENE26. TORTURA CHINA, de Fernando Martínez
Cuando despertó, la gota intermitente seguía cayendo sobre su cabeza de forma inexorable. Era inútil, por más tiempo que lo mantuvieran atado a aquella silla, seguiría siendo incapaz de descifrar el significado de las palabras que él mismo había escrito años atrás, y además… del dinosaurio nunca más se supo.
Jajaja. Qué bueno.
Un abrazo.
Esto si que es caer en su propia red de palabras «encriptadas» que precisan una gran memoria.
Recibe mis saludos
Anna J R
Tu dinosaurio está en la barriga de mis homínidos. Ahora comprendo, Fernando. Suerte con tu micro, micro. Un abrazo
Me encanta la idea del relato, Fernando. Ahora bien, me parecería aún más redondo limpiándolo de su última frase… lo del dinosaurio es un poco rizar el rizo de un lugar común, y tu texto tiene la suficiente fuerza por sí mismo para prescindir de ello… al menos a mí así me lo parece, claro, que esto es siempre subjetivo… 🙂
Un abrazo y suerte
NACHO RUBIO
Si es que a veces las manos van solas y encima si la letra es mala, ni se entiende. Quizás si pudiera dormir un ratito, al despertarse «él» seguiría allí, pero es lo que tienen las torturas…
Muy bueno Fernando, suerte.
Está muy bien pensada la trama de un relato casi policiaco, con textos secretos y pruebas del delito desaparecidas.
Supongo que el dinosaurio se había pasado al bloque enemigo.
Es que cuando se trata de encontrar pruebas, se buscan hasta de debajo las piedras… aún siendo inexistentes.
Me parece un relato que siendo breve tiene mucha potencia e impacta en el lector. Y la última frase le da un punto de humor. Enhorabuena.
Claro, lo rebanaron al pobre por ahí abajo…;o) Suerte, Fernando.
Un enfoque buenísimo para intentar explicar lo inexplicable. Desde ya, te veo entre los seleccionados. Un abrazo malayo.
¡Eso padecen los autores de microrrelatos, que parecen encriptar mucho en pocas palabras! Muy divertido, Fernando. Suerte.
Pobre dinosaurio. Y con todo lo que se ha escrito de este gran micro, ¿en qué estaría pensando, dónde estaba, qué hacía Monterroso cuando lo escribió? Es lo que me interesa, pero nadie lo sabe.
Un abrazo.
Una verdadera tortura china Fernando, pero cuando no se sabe donde van o están las cosas o los que se busca, es imposible dar con ellas y más, si te mantienen atado a una silla.
Mucha suerte.
Besicos muchos.
Muy Bueno tu homenaje a Monterroso. Es verdad que a veces los escritores de microrelatos (yo tambien me incluyo) quieren expresar tantas cosas en tan pocas palabras que el resultado es difícil de comprender.
Espero que tengas suerte con tu micro.
Saludos.
Gracias a todos. Ya es una suerte que te lean tantas personas y sí encima te dicen que gusta, pues ya te das por premiado. Gracias.
Entelequia pura.
Muy bueno, me gusta hasta el dinosaurio específico, una nota de color para firmar ese hiperbreve.
Lines
Cuánto peligro cuando más de tres ideas quieren camuflarse en hiper breves con economía de tinta.
Me gusta tu idea y lo de la gota es una tortura en toda regla, Fernando. Espero que tu mente no ponga en práctica ninguna de esas ‘torturas’.
un abrazo y me gusta mucho.
Me gusta tal cual.
Suerte.
María Rojas
Pues igual hasta has acertado y el pobre Monterroso se convirtió en esclavo de su dinosaurio. Original puesta en escena desde el punto de vista del propio autor…
¡Pues se me había pasado por alto tu micro micro!Me gusta mucho. Que giro tan original. Un abrazo
jeje, buen homenaje al homenajeado del mes. Imagino a los millones de lectores que le han atado a esa silla por no desvelar a qué dinosaurio se refería. Venga, suerte.
Buena tortura la tuya, Fernando y buen homenaje también a Monterrosso. Muy original tu texto.
Suerte
Besitos
Os dejo enlace al blog, donde he colgado una ilustración para el micro. http://espiralesdetinta.blogspot.com.es/2013/02/69-tortura-china.html