ENE33. PARAÍSO, de Antonio Diego Araujo Gutierrez
Un ligero viento acariciaba las hojas del cocotero. El hombre extendió su brazo asiendo en la mano el recipiente peludo del cóctel dulzón hasta hacer coincidir su silueta con la de uno de los frutos inmensos que pendían de aquél árbol generoso. Luego simuló recogerlo con un movimiento pausado hacia sus labios y, deteniendo el tiempo, degustó el brebaje a pequeños sorbos. Sin darse cuenta, su mente comenzó a divagar acerca de la composición de aquella mezcla: una buena dosis de agua de coco salvaje bien cargada de pulpa, un chorro de ron cristalino, algo de azúcar, y un toque secreto que no supo determinar , aunque creyó reconocer su ligero sabor a placer y libertad. Absorto en su cábala, el efecto del alcohol y de la brisa fue sumiéndole en un sueño de paz mientras el sol tendía su manta anaranjada.
Cuando despertó, la hipoteca todavía estaba allí.
Bueno, cabe pensar que ese momento de placer no se quita nadie. Un bello sueño para una triste realidad.
Recibe mis saludos
Anna J R
exacto, Anna… «que le quiten lo bailao». Muchas gracias por tu comentario.
Un saludo.
Anda que no me quedan años de… soñar !!!! Y aunqeu no me gusta el coco cambiamos pro piña y… me voy para allá.
Un saludo
soñemos, soñemos, Ene An… el coco lo cambiamos por piña y lo que haga falta. Muchas gracias por tu comentario.
Un saludo.
Antonio, nooooo!!! Habías hecho un relato formidable, me estaba encantando, menudo hallazgo poético-simbólico el de hacer coincidir la silueta con la del cocotero, la sombra bebiendo de la sombra, increible, pero el final rompe toda la magia a tu historia!!!
El final no es malo, podría ser un micro sugerente en sí (esa última línea), pero a mi juicio NO pega nada con el resto del texto.
Siento ser tan crítico, no me hagas mucho caso, no es más que una impresión subjetiva…
Un abrazo y suerte
NACHO RUBIO
No hay nada que sentir, Nacho, al contrario, agradezco tu sinceridad, como agradezco y mucho que compartas las impresiones que te ha causado el relato… sobre ese abrupto final, la verdad es que esa era la intención, romper la narración, que el contraste resultara como una bofetada de realidad, pero tras tu alentador comentario tendré que plantearme reescribir otra versión con un final distinto…
muchas gracias Nacho. Un abrazo.
Esa última frase recompone con acierto todo el relato. Me gustó, pero pobre tipo.
Un saludo
eso me pareció, que el contrapunto de la última frase cerraba bien el relato.Y si… pobre tipo… al menos tuvo un instante de felicidad.
Muchas gracias por tu comentario Miguel Ángel. Un saludo.
Si es con ron, las penas son menos. Bien llevado todo el clima y ambientación isleña.
De la hipoteca, mejor huyamos.
Suerte.
Muchas gracias Antonia…. bebamos pues para huir de la hipoteca.
Un abrazo.
Antonio, fluida y acertada la composición, el final… imprevisto. Saludos y suerte.
Muchas gracias por tu amable comentario, Calamanda. Un saludo.
No hay descanso para el maldito!! Excelente final.
pobre hombre… al menos tuvo un momento de paz. Muchas gracias Jesús. Un saludo.
Tiempos de vino y rosas en los que si firmabas una hipoteca te regalaban una semana en el Caribe.
Buen contraste.
¡Ojalá que existen paraisos como éste para soñar con ellos! Me ha gustado tu relato, Antonio. Suerte.
Vaya, vaya, primero nos describes el paraíso y el gozo de saborear una cóctel maravilloso y luego nos empujas sin contemplaciones por ese barranco. Eres malvado.
Un abrazo.
Alcohol, evadir una triste realidad que está demasiado al alcande de la mano. Muy buen final del relato.
Suerte.
Besicos muchos.
Muy bueno el cóctel de sensualidad y realidad que has creado.
Un saludo y ¡suerte!
Belén
Un sueño evita la realidad durante unos segundos. Es una relajación total de cuerpo y alma.
Y la mezcla bebible tiene que ser la pera, sueño que no me haría daño si la tomara.
Lines
Un poco de humor, Toño, es la única solución para hacer de la injusticia algo asequible. Muy divertido, muy bien trenzado y ocultado hasta el final su verdadero valor.
Muy visual y sensorial. Nos transportas a un paraíso de sabores y paz y luego nos despiertas con una bofetada final.
Muy bien llevado. Mucha suerte.
Un abrazo,