ENE41. EL ÁRBOL DE LA MORERA, de Jesús Coronado
La morera esta al otro lado. Solo el puente la separa de mis gusanos de seda. «Ten cuidado, tú no vayas» dice mi madre en voz alta. Mas no hago caso y me marcho en busca de las hojas de la morera. Llego al puente y me paro. Es estrecho y esta sobre ese valle profundo. Pero el susurro del aire que mece la morera aviva el valor y me arriesgo. Más a mitad de camino doy un traspiés y me caigo. Y mientras caigo me digo «porque no hice caso a mi madre«, pero sigo cayendo y cayendo… aunque nunca toco el suelo. Y es ahí cuando me despierto. Y es estonces cuando pienso que quizás tan solo sea un sueño. Pero la verdad es, que aún me encuentro cayendo.
La vida es a veces como un sueño del que queremos despertar.
Suerte.
Besicos muchos.
Jesús, si la infancia es la edad de oro, todos estamos cayendo, al avanzar en la vida y al envejecer. Me ha gustado mucho.
Un abrazo.
¡Qué miedo! A veces es peor despertar…
Me ha gustado, Jesús: te deseo suerte.
Saludos
Ay dioses, a veces se siente uno en el sueño y otras la vida se lo parece. A lo mejor es reflexión.
Aberazo.
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