ENE50. EL SECRETO DE LOS REYES MAGOS, de Rafa Heredero García
El 6 de enero se despertó con un nudo en el estómago y permaneció tumbado en la cama; no se atrevía a levantarse para ir a ver sus regalos que lo esperaban junto a los zapatos colocados a regañadientes la noche anterior; lo que de ninguna manera había querido dejar fue algo de turrón ni comida para los camellos. Y es que cada vez que recordaba ese rumor que había oído en clase antes de la vacaciones de Navidad sobre quiénes eran en realidad los Reyes Magos, su cuerpo parecía encogerse aturdido por la revelación. No podía creerlo, no quería creerlo, y había rezado muchas veces y se había prometido a sí mismo ser capaz de los mayores sacrificios para que no fuese verdad. Se acariciaba las cicatrices de sus brazos y el pecho, y pensaba que lo de la pierna rota tampoco importaba tanto si al final resultaba que los padres no eran los Reyes. Tenía miedo de que ese día precisamente les diese por regresar y tuviera que volver a vivir con ellos, ahora que tan bien lo cuidaban las monjitas.
IMPRESIONANTE, Rafa. DIRECTO, CLARO, CONCISO, PRECISO, PRECIOSO, CAÑERO, NUMERO 1, ¿SIGO?
No hace falta que sigas, Aurora. Yo también te lo digo con mayúsculas: MUCHÍSIMAS GRACIAS POR TUS PALABRAS. Estoy encantado de que te haya gustado y de que siempre tengas a mano un comentario agradable.
un fuerte abrazo.
Se me ocurren sólo dos palabras: genial y clasificado.
Enhorabuena.
Un saludo
Sí que has sabido ser contundente, Miguel Ángel. Gracias por tu comentario, bueno, gracias y muchísimas gracias.
Saludos.
Estupenda y original historia que va evolucionando hasta un final sorprendente y duro. Esta vez la pérdida de la ilusión lleva aparejada un verdadero drama.
Hola Paloma. Sí que es duro ese momento por el que todos pasamos y que generalmente se asocia no sólo a la pérdida de la ilusión (¡qué trauma cuando descubres que el mundo no es mágico o por lo menos con esa magia imposible de cuento!), sino también al final de la infancia, aunque claro, para este chaval resulta todavía peor.
Un saludo y gracias por tu comentario.
Rafa, qué bien nos vas llevando hasta ese final inesperado y rotundo como un puñetazo. Fantástico el relato, enhorabuena.
Muchísimas gracias por pasarte por aquí y por tu comentario, Ana.
Un fuerte abrazo.
Rafa, la trama te conduce hasta un final sorprendente. Suerte y saludos.
Gracias por tus palabras, Calamanda. Suerte para ti también.
Saludos.
Me ha gustado mucho, mucho, Rafa, pero mucho. ¡Suerte!
Pues muchas, muchas, muchas gracias, Eva. Me alegro de que te guste. Mucha suerte para ti también.
Un fuerte abrazo.
Un relato impresionante. Cuando llega una al final es cuando se descubre el verdadero horror de ese niño. Me ha gustado mucho.
Suerte.
Besicos muchos.
Gracias Nani de nuevo por pasarte por aquí y por dejar un comentario. Un saludo enorme y muchísima suerte con tus relatos.
Gracias por tu comentario, Ana. Contar en esta página contigo sigue siendo un lujo y un placer cada vez más grande.
Saludos y un fuerte abrazo.
Muy bueno y muy duro tu relato, al descubrir al final la dura realidad de este chiquillo. Enhorabuena
Gloria Arcos
Muchas gracias, Gloria. Saludos y suerte para ti.
Rafa, qué pasada de relato de reyes. Qué bien cuentas con ese doble sentido de «que los reyes no sean los padres». Y ojalá no lo sean nunca más. Estupendo. Enhorabuena.
Un abrazo.
Que así sea, Susana, esperemos que no vuelvan y que de verdad no pasesn estas cosas. Muchas gracias por tus palabras.
Un fuerte abrzo.
Rafa, me ha gustado ese desenlace. Me ha sorprendido que no se tratara de una simple desilusión infantil por descubrir una verdad natural:los padres son los Reyes.
Un micro con contenido social de maltratos a menores, muy bien construido.
Un abrazo.
Amparo Martínez A.
Gracias por tu comentario, Amparo. Ya sabes que un porcentaje altísimo de los maltratos a menores (y a las personas en general) se produce entre miembros de la propia familia. Es algo que se debe denunciar una y otra vez para que no caiga en el olvido y para tratar de que por lo menos algunos tomen conciencia de esta situación.
Saludos y un fuerte abrazo.
Genial, Rafa.
Muchas gracias, Jesús. Encantado de poder saludarte de nuevo.
Un fuerte abrazo.
¡MUY BIEN LLEVADO!…
Gracias por pasarte por aquí y por tus palabras, Kistila.
Un saludo.
Rafa, me ha gustado muchísimo el relato. El sufrimiento del niño que busca refugio en sus sueños y en los mitos de la infancia es impresionante. El contraste entre el medio familiar violente y la paz del hospital es muy bien descrito.
Un abrazo.
Hola, Nicoleta. Este niño sí que no se atrevía a despertarse, quizá como promonición a tu exhortación. Gracias por tus palabras.
Saludos y un fuerte abrazo.
(Por si no lo sabes, que me imagino lo difícil que es manejarse en una lengua diferente, te comento que el verbo correcto para lo de la paz del hospital ES muy bien, es ESTÁ; para nosotros la diferencia entre SER y ESTAR seguro que es más fácil.)
Gracias, Rafa, lo de SER y ESTAR es (¿o está?) muy difícil; hay algunas reglas, pero también muchas excepciones. Pero aprendo más cada día…
Hola de nuevo, Nicoleta. En el caso que preguntas se diría así: lo de SER y ESTAR ES muy difícil. Como no soy ni mucho menos experto, te envío un enlace que te puede servir de ayuda, y que a lo mejor conoces:
http://www.aulahispanica.com/node/199
Saludos.
Nicoleta, te digo como yo lo veo, SER es lo que uno es por sí mismo
ESTAR es circunstancial, puedes estar cansado, dormido, en un lugar, de vacaciones. y ERES buena, amable, mujer, .
Por si te sirve esa idea.
Pero lo haces muy bien.
Un beso.
Muy malos padres han de ser para que un hijo piense así. Pero «haberlos haylos»… En este caso, por desgracia, más que Meigas.
Enhorabuena por tu gran relato y mucha suerte.
Un saludo.
Gracias por tu comentario, Juancho. Sí, desgraciadamente los hay, y seguro que más que meigas.
Un fuerte abrazo y mucha suerte para ti también.
¡¡Es una desilusión en toda regla y la más dura!
Lo has tratado con esmero.
Enhorabuena.
Lines
Muchas gracias por tu comentario, Lines.
Un saludo.
Hay padres que no merecen ser reyes, y hay padres que lo son.
Es una historia muy bien narrada. Has contado la angustia, la desilusión, el miedo, sin nombrarlos. Una historia que se vive y se siente. Eso es escribir bien.
Felicidades y suerte.
Hola, Antonia. Yo conozco algunos que hasta merecen llevar corona, y de oro puro.
Muchísimas gracias por tu comentario.
Saludos y un fuerte abrazo.
Jaja… Rafa!!. ¡Qué sorpresa final!, el niño con las monjitas tan feliz y ese temor a la realidad por si volvieran sus padres.
Una historia que me ha hecho sonreir, ¡mucha suerte en el mes de Enero y a seguir escribiendo!.
Gracias Laura por aportar tu visión al relato. Claro que sí, seguiremos escribiendo.
Un fuerte abrazo.
Ana, como siempre, una estupenda reflexión. No sé cómo puedes estar lúcida a esa hora de la mañana a la que lo has escrito… o ¿todavia no te habías acostado?
Saludos.
Genial bucle: un pensamiento inocente amenazando con romper la inocencia: Y detrás el dolor envuelto en papel de regalo. Es un gran descubrimiento, Rafa.
Gracias por el regalo de tu comentario, 1989. Un saludo para ti.
Final sorprendente y duro. Se piensa en la desilusión por descubrir que los Magos son los padre y no, esas cicatrices y esa pierna rota ya van avisando.
Suerte
Besitos
Gracias por tu comentario y por pasarte por aquí, Elysa. Un saludo para ti.