ENE56. ¿QUIÉN SOY?, de Leticia Oliva
¿Quién soy? La pregunta flotaba en una nada etérea en la que se ha convertido mi ser, una fusión irrompible con esa hermosa oscuridad que lentamente comenzó a cubrirme hace algún tiempo.
Cuando aún era algo, recuerdo que me gustaba la lluvia, el olor a tierra mojara y sentir la brisa en la cara. Recuerdo que deseaba sentir unos brazos protegiéndome, poder llorar en algún hombro y dormir sin miedo.
Luego descubrí que todo aquello tenía un precio y me volvieron una sombra por primera vez, una mujer hecha a imagen de alguien más, una copia de un ideal, y las lágrimas segaron mis ojos, y ya no fui capaz de reconocer mis manos, mis palabras se perdieron en el viento, y olvide.
Olvide… olvide quien era, olvide el sonido de la lluvia, no reconocí el cantar de las aves y me vi y no me reconocí, entonces me deje llevar… flote y viaje hasta perderme.
Cuando desperté… tus ojos me recordaron quien soy, porque vivo, mi razón de ser y a una sola palabra tuya mi universo bailo, ¡mamá!, me dijiste y todo rastro de sombra o duda desapareció.
Un relato tristísimo, pero muy conmovedor. Me gusta mucho, es bonito a rabiar.
MUCHAS gracias 😛 joer… hasta cuando no quiero que sea triste lo es… parece que es mi esencia.
DE nuevo muchas y un besote.
Suerte que el final compensa todo el triste recorrido por la penosa sombra de la decepción, de la falta de autoestima.
Recibe mi saludo
Anna J R
Poesía de la disolución y del reencuentro de la identidad en calidad de mamá. Me ha gustado, Leticia. Suerte.
es curioso… ¡creía que era un caso de Alzheimer!…
me decepciono el final mismo si, en efecto, a nosotras madres el hecho de tener hijos nos «despierta» a la vida…
Triste y muy intimista, como dice Anna marcado por la falta de autoestima. Hay que agarrarse a la vida.
Un saludo
Muchas gracias por vuestros comentarios realmente me animan a seguir, un besote enorme. y tambien gracias por tomarse el tiempo de leer.
Una observación, cuida los acentos….tu relato es bueno y ese detalle le desmerece. Suerte Leticia.
Melancolía y buena resolución. La realidad acaba de llenar el vaso de la poesía más hermosa, sentirse padres…
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Mugras gracias por vuestros comentarios, realmente me ayudan a mejorar.