47. ENERO VIVO
Un sol nuevo en la atardecida invernal
todos los verdes posibles en mi vida nueva.
Un paseo que barrunta primaveras cercanas
tu mirada clara atravesando el valle.
La humedad que refresca el alma
del río que fluye entre tu vida y la mía.
Momentos calmos en los que nos paramos
atrapamos el instante, los soles y un futuro amable,
vivido aquí y ahora, en el Valle del Trubia
el que habita en el mapa coloreado
que dibuja este momento divino…
cuando por fin vencimos al tiempo
en un invierno meditado.
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Siento que el tiempo se detiene cuando leo tus palabras. Mansas, sosegadas, llenas de esperanza. La tibieza del sol augura una primavera cargada de vida y luz.
Suerte con tu poético relato.
Un saludo.
Habla de eso, de parar el tiempo, algo parecido a la meditación.Vencer el tiempo, en cierto modo es algo posible.Gracias María
Muy buen relato