29. Érase una vez… antes del Skype
Durante unos años residí en un país lejano donde no se celebraban las navidades y el cambio de año no era el 31 de diciembre. No obstante, dado lo señalado de la fecha, yo escribía postales a mis hermanos, siguiendo la costumbre que nos inculcó mi abuela. Era divertido, porque como éramos muchos, a cada uno le contaba una batallita distinta y correlativa. Ellos se juntaban en nochevieja y las leían, por turnos, en voz alta. El conjunto de todas constituía una buena crónica de mis andanzas desde el mes de agosto, que era el único en el que yo volvía a casa. Ese juego, que fue una ocurrencia de mi madre, les servía para sentirme cerca y no sufrir tanto mi ausencia.
Yo, a cambio, recibía doce postales a lo largo del mes de enero . Cada una con una imagen de mi Bizkaia natal y un mini relato de la celebración de nochevieja. En mi familia es rasgo común el exceso de imaginación. Por eso, a pesar de que todos habían participado en la misma velada, lo que contaba uno difería por completo de lo que contaba otro. Así disfrutaba, a falta de campanadas, de doce nocheviejas diferentes.
Fantástico. Me ha gustado mucho.
Conseguirás que me vuelva a aficionar a entrar a este blog.
Mucha suerte!!!
Estupendinch!! Cuántos más somos, mejor nos lo pasamos!!
En serio ahora, muchas gracias.
Abrazo
Buen relato, sencillo, con llegada, creíble y fácil de ver. Pasa de la anécdota a algo interesante en cuanto toca la familia y esas interpretaciones diferentes que te llegaban. Un relato con vida cotidiana.
abrazos y suerte
Bueno, en Navidad hay que darle un poco de protagonismo a la family, ¿qué no?
Gracias, Manuel.
Abrazo.
Hola Auro, me ha gustado tu relato, original, fresco y alegre. Ojalá todas las families fuesen así.
Un abrazo
Las families?? Pero ¿te has mudado a Asturies? jijijiji, no perdono una, qué malísima que soy. No me ablandan ni las navidades…
Que no!! Que es broma!! Mil gracias, cielo.
Abrazo.
Sencillamente espléndido.
Sencillamente, Edita, conmovida por tus palabras.
Muchas gracias.
Abrazo.
De este buen relato destacaría especialmente el título, que es en sí mismo, también, otro relato, cabecera de un texto evocador de buenas historias que no precisan de la tecnología para difundirse.
También me parece un hallazgo, sustituir las doce campanadas y las doce uvas por una docena de vivencias narradas.
Suerte y un saludo
Gracias, Ángel, es que me lees con muy buenos ojos. La verdad, la verdad… estoy un poco hasta aquí del guasap y eso… Te mando una postal y te cuento?
Abrazo.
Hola, Aurora.
Has escrito un texto nostálgico, pero de nostalgia distinta a la que se masca en estas fechas. Me parece un acierto esas doce postales y esa iniciativa de esa mamá… Se ve que tenía mucha imaginación.
Un abrazo y mucha suerte.
A mí me parece hermosísimo.
Jo, Towi!! Hermosísimo!! Vaya piropazo. Si ha servido para animarte un poco…
Muchas gracias.
Abrazo.
Pues tengo un amigo que tiene que ser de tu familia, seguro. Cuando cuenta alguna situación en la que he estado presente, me resulta absolutamente desconocida de la fantasía e imaginación que le pone. Me lo ha recordado.
Muy divertido y bien escrito.
Besos Aurora.
Pues seguro que es de mi familia. Ya te digo que somos muchos 😉
Muchas gracias.
Abrazo.
Qué tiempos aquellos en los que escribíamos a mano y mandábamos postales y cartas con folios y folios.
Me ha encantado tu relato. No sé si existirá en alguna familia, pero sería una tradición a conservar para siempre. Y que esas postales se guardaran y con el paso de los años se volvieran a leer. Más de una lagrimilla saldría.
Muy bueno, muy simpático y lleno de nostalgia.
Besos y Mucha suerte.
Me gustaba mandar tarjetas de navidad y recibirlas, y si encima son imaginativas, cuentan una historia (real o no, qué más da) y vienen de las personas que más quieres debe de ser genial. Muy amable esta visión de la nochevieja, da un respiro. Besos y suerte.
Doce historias de una misma historia dan para mucho…hasta para contar otra. Original y ameno, Aurora. Me ha gustado.
Me gusta como rescatas esas postales que con tanta ansia esperábamos recibir y devorábamos en un instante. Esas doce historias, una por cada mes del año. Original, sencilla y bien ambientada, no le hace falta nada más.
Un beso Aurora
La nostalgia es el pilar fundamental de esa noche de fiesta. Lo has suplido muy bien con esas historias diferentes de esa misma velada. Suerte y besos.
Lo has escrito de una forma tan cercana que parece autobiográfico.
Muy bonito, Aurora.
Una misma realidad y tantas verdades diferentes. Un relato muy original y bien escrito como todo lo tuyo. Felicidades, Aurora
Bsss
Una relato lleno de ingenio. Desde el planteamiento inicial del juego de los textos correlativos (perfectamente justificado con ese cambio de latitud cultural) hasta el sentido que al final cobra el relato en su conjunto con esa máxima de tantas personas, tantas opiniones. A esto lo llamo yo coger una consigna y extenderla para que un buen soplo de imaginación la lleve lejos, muy lejos. Enhorabuena Aurora.
Qué bonito Aurora, tierno y precioso, de los que te dejan una sensación de felicidad en el interior.
Besos
Aurora, me gusta el relato, es una bella postal de Navidad.
Un fuerte abrazo y felicidades.
Tiene un toque muy realista, a pesar de que ya nadie escribe postales. el título me ha parecido genial.
Suerte y Felices Fiestas
Tierno relato, Aurora, y lleno de credibilidad. Feliz año.