120. Erre que erre
Bartolo, estaba hasta la coronilla de las quejas de Felipa. Tanto suspiro, tanto “me vas a matar” “me quiero morir” “ay, qué larga es esta vida que me ha tocao vivir”. Así un día sí y otro también.
Una mañana que Felipa andaba con fiebre, Bartolo se levantó más amable que de costumbre y le preparó el desayuno.
–Toma este tazón de sopas con leche y achicoria, Tordilla, y no te levantes de la cama en toda la mañana.
Felipa no se levantó ninguna mañana más. Cayó fulminada. Según Bartolo de unas fiebres maltas.
La paz y la tranquilidad empezaron a reinar en la pequeña casa hasta que un día una sombra se dejó ver por las habitaciones.
Al principio, el hombre no hizo mucho caso, pero después la convivencia fue insoportable.
Los suspiros, las quejas de la Felipa volvieron y esta vez el retintín aunque diferente de cuando estaba viva, era igual de irritante.
–Si crees que de mí te has librao, estas pero que muy equivocado, pájaro de mal agüero. Esto va a durar la tira, que muero porque no muero.
Dicen que los últimos serán los primeros. Y vaya relato para acabar el trimestre. Muy bien, Virtudes, he oído muchas veces eso de cuando muera bajo a hacerle la vida imposible jejeje. Suerte.
Crucemos los dedos, jajaja. Pero hay espíritus muy «machacones». Un abrazo.
Virtudes, buen relato para terminar con la Santa. Si es que no puedes intentar librarte de la Felipa con unas hierbas maltas y leche, luego pasa que se pasea por casa peor que cuando estaba viva. Esta Felipa es mucha señora.
Me ha gustado tu relato. Un abrazo
El enfado de la difunta Felipa le va a salir carillo al pobre de Bartolo.
Ella con tal de fastidiar…
Un besazo guapa.
Virtudes, has conjugado drama y humor de forma fenomenal. Suerte y saludos
Si te digo que hasta unos minutos antes de finalizar el plazo no tenía mas que cosas tristes… pero no quería más dramas, así que me puse a escribir y me salió esta cosita. Pasable.
Un abrazo.
Que también podías haber titulado «Si no quieres caldo…»
Muy divertido y gracioso el relato. Mucho arte en las coplllas de la santa, ¿o era él el santo?
En un pis pas¿o es plis-plas? con 4 frases nos pones al corriente de una historia, o sea, buen ritmo.
Suerte y abrazo.
Bueno, que soy Antonia.
Antonia no te retiras mucho del jamón. jaja (lo digo por lo del caldo)
Creo que él era el santo. Se merecía un monumento por el aguante. Y ahora más de lo mismo y esta vez no puede erradicar el mal.
Un besazo para ti y una oración para el pobre Bartolo.
Ah! Pis pas es la correcta, pero se usa más plis plas. Según la Fundéu valen las dos.
Gracias por la información, ahora puedo decir en un pis-plas y en un plis-pas 🙂
Pues lo del caldo, ¿que se puede hacer, sino, si me devolvéis el hueso pelado? Ni una veta de tocinillo le dejáis,pienso hacer lo propio con vosotros.Otro beso.
Unidos hasta la muerte y más allá; una tragicomedia con influencias de Paco Martínez Soria, jajaja. Estupendo relato para acabar esta convocatoria con una sonrisa. Abrazos y mucha suerte, Virtudes.
¿A que apetece un poquito de humor en estos días tan amargos?
Creo que debería ser obligatorio reír unos minutos cada… tres horas, (por ejemplo) como cuando conducimos, un ratito de relax de vez en cuando.
Un abrazo y muchas gracias.
Virtudes, ¿tú te ríes unos minutos cada tres horas cuando conduces? ¿y si no conduces cada cuanto? Ja, ja, que curiosa eres.
Antonia, eres única. A veces me río por no llorar, conduzca o no.
En fin qué se le va a hacer, una es así de rara. Un abrazo.
Un relato muy entretenido. Un abrazo, Sotirios.
Me alegro de que te haya entretenido. Si te ha sacado una sonrisa, mejor que mejor.
Un abrazo para ti.
Genio y figura hasta la sepultura y más allá. Un texto que se podría calificar de humor negro, aunque a mí me parece que en la balanza pesa más la risa que el drama.
Suerte y un saludo
Es lo único que pretendía, pasar un buen rato y hacerlo pasar. Si lo he conseguido me doy por satisfecha.
Un abrazo.
Eso espero, que sea la risa la que incline la balanza a su favor.
Solo he pretendido eso, sonreír. Los versos de la Santa se van más hacia el lado triste yo, sin ofender,quise sacar un poco de humor de ellos.
Un abrazo. Saludos.
Un relato graciosito que te saca una sonrisilla. ¡Vaya par de dos!
Estaría mejor si no fuese por el fallo de la primera frase:
«Bartolo, estaba hasta la coronilla de las quejas de Felipa»
Beso
Hola Aurora.
Es lo que pasa por dejar las cosas para el último minuto.
Y digo el ultimo porque solo quedaban diez cuando estaba aún escribiendo.
Se acepta esta crítica constructiva.
Un besazo, guapa.
Pues al final he llegado antes de que falle el jurado :). El mes ha dado mucho y bueno, y el cierre (que se ha quedado contigo) da buen ejemplo de ello. Me ha gustado el tono que le has imprimido, la intención que le has buscado y la imagen que has dibujado en nuestro imaginario: ¿hasta que la muerte os separe?. Habrá que revisar tu relato antes de volver a asegurarlo XD. Mucha suerte 🙂
Llegó, llegó. Era esta propuesta de ese tipo que no sabía por dónde cogerla. Siempre me salían cosas tristes y yo que estoy un poco depre me sentía tan mal… así que opté por no mandar nada. Pero ya sabes lo que tira el ENTC.
Por su parte Felipa ha ido más allá de la muerte. Creo que Bartolo hubiera querido poner punto final. Pero ella es tan plasta…
Un abrazo.