97. Esclavo (María Ordóñez)
Déjame ir, María. Sólo quiero mirar el mar y amanecer solo.
Que me despierte el alba y no tu ruido, que me sonría la luz sin oír tus gritos ni bien el sol asoma.
Quiero pensar, rescatar mi vida de tus duras garras.
Deshacerme de tu olor rancio y fatigado.
De tu risa sin sentido, de tu amargura profunda.
Déjame partir María.
No te vayas tú, me voy yo. Despacio, sin alborotos ni juramentos.
Quiero deslizarme entre las sombras sin ser descubierto.
Quiero oír mi propia voz y reencontrar mis pensamientos.
Necesito alejarme de tu impetuoso cuerpo. Quiero empezar de nuevo y ser yo otra vez.
No importa si me pierdo en el camino.
No importa si caigo en una zanja y me estoy allí un tiempo, encogido, recuperando mi propia fuerza.
Déjame ir María.
Déjame salir por esa puerta y perderme en el aire fresco de la mañana y que llegue la noche y me encuentre quieto, cavilando.
Rastrearé mis huellas del pasado, algún brillo propio habrá quedado de ellas y habrá hecho camino.
Por su ruta imprecisa llegaré a mi barco.
Encontraré mi cama y allí, junto a la ventana que mira el mar, quiero morir solo, feliz.
Solo.
¿Le has dado forma de poema al monólogo de tu protagonista o me lo ha parecido?
Con lo del mar se me ha venido Alberti a la cabeza, después Lorca y luego Dámaso Alonso y su poema Mujer con Alcuza.
Otro relato de esos que cuando acabas dices ‘me lo quedo’.
Felicidades.
Y Mucha Suerte.
Mil gracias por la atenta lectura. Me sonroja pensar en los grandes poetas que has señalado como a quienes te recuerda mi texto. Un abrazo.
Cuanta poesía, rezuma tu relato, María!. Preciosa historia y forma de narrarla.
Suerte
Muchas gracias María. Me encanta la idea de que el texto pueda ser considerado poético. Beso!
Qué bonita interpretación del tema del Titanic como el barco interior, con un fatalismo triste pero muy muy bello.
Me ha gustado mucho, María.
Gracias Patricia. Tal vez realmente es triste y fatalista, pero yo quiero pensar que es liberador. Un abrazo!
Una súplica hecha poema, lleno de fuerza y sentimiento. Una opción diferente de afrontar el tema del mes. Muy logrado. Suerte y saludos
Muchas gracias Juana. Sí, creo que es una súplica que a veces no se logra hacer… Abrazos.
Un poema en prosa o prosa poética, qué mas da. Lo importante es que me llegó ese grito.
Gracias M Carmen. Es un elogio para mi que el texto te haya alcanzado. Beso.
Déjame decirte, María, que me ha parecido precioso el relato. El anhelo de salir de las profundidades y empezar de nuevo a respirar. Abrazos.
Salvador, qué amable. Mil gracias. Así es, un anhelo de libertad. Abrazos para ti también.
Poesía, sensibilidad y un enfoque diferente para el tema del mes.
Te deseo suerte y te envío un abrazo
Y yo te envío mi abrazo agradecido, querido Ángel.
Deseo que este naufrago agarrado a su tronco, medio ahogado pero áun con fuerzas y esperanzas de rescatarse a sí mismo, consiga alcanzar su deseada isla desierta.
Mucha suerte.
Suerte la tengo, con semejante elogio. Muchas gracias!
Qué lindo deseo. Gracias Isabel. Un abrazo grande.
Desde que enviaste tus textos desde España, nos dimos cuenta mamá y yo e que escribes verdaderamente en forma muy emotiva, hermosa y llena de amor, me encanta que ahora te entregues a la escritura, pues tines tiempo, talento y una gran emotividad, felicidades.
Muchas gracias, Maru… A un año casi de tu comentario, recién lo encuentro. Me lo trajo el Fb… Un abrazo, recordando a esa maravillosa escritora que era tu mamá.