Esta Noche Te Cuento. Concurso de relatos cortos

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97. Esclavo (María Ordóñez)

 

 

Déjame ir, María. Sólo quiero mirar el mar y amanecer solo.

Que me despierte el alba y no tu ruido, que me sonría la luz  sin  oír tus gritos ni bien el sol asoma.

Quiero pensar, rescatar mi vida de tus duras garras.

Deshacerme de tu olor rancio y fatigado.

De tu risa sin sentido, de tu amargura profunda.

Déjame partir María.

No te vayas tú, me voy yo. Despacio, sin alborotos ni juramentos.

Quiero deslizarme entre las sombras sin ser descubierto.

Quiero oír mi propia voz y reencontrar mis pensamientos.

Necesito alejarme de tu impetuoso cuerpo. Quiero empezar de nuevo y ser yo otra vez.

No importa si me pierdo en el camino.

No importa si caigo en una zanja y me estoy allí un tiempo, encogido, recuperando mi propia fuerza.

Déjame ir María.

Déjame salir por esa puerta y perderme en el aire fresco de la mañana y que llegue la noche y me encuentre quieto, cavilando.

Rastrearé mis huellas del pasado, algún brillo propio habrá quedado de ellas y habrá hecho camino.

Por su ruta imprecisa llegaré a mi barco.

Encontraré mi cama y allí, junto a la ventana que mira el mar, quiero morir solo, feliz.

Solo.

19 Responses

  1. Esperanza Tirado Jiménez

    ¿Le has dado forma de poema al monólogo de tu protagonista o me lo ha parecido?
    Con lo del mar se me ha venido Alberti a la cabeza, después Lorca y luego Dámaso Alonso y su poema Mujer con Alcuza.

    Otro relato de esos que cuando acabas dices ‘me lo quedo’.

    Felicidades.
    Y Mucha Suerte.

    1. María Ordóñez

      Mil gracias por la atenta lectura. Me sonroja pensar en los grandes poetas que has señalado como a quienes te recuerda mi texto. Un abrazo.

  2. Salvador Esteve

    Déjame decirte, María, que me ha parecido precioso el relato. El anhelo de salir de las profundidades y empezar de nuevo a respirar. Abrazos.

  3. Isabel

    Deseo que este naufrago agarrado a su tronco, medio ahogado pero áun con fuerzas y esperanzas de rescatarse a sí mismo, consiga alcanzar su deseada isla desierta.
    Mucha suerte.

  4. MARIA EUGENIA MONCAYO

    Desde que enviaste tus textos desde España, nos dimos cuenta mamá y yo e que escribes verdaderamente en forma muy emotiva, hermosa y llena de amor, me encanta que ahora te entregues a la escritura, pues tines tiempo, talento y una gran emotividad, felicidades.

  5. María

    Muchas gracias, Maru… A un año casi de tu comentario, recién lo encuentro. Me lo trajo el Fb… Un abrazo, recordando a esa maravillosa escritora que era tu mamá.

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