83. ESPERANZA (María Jesús Briones)
La navaja sobre las venas malva. Cartones de vino peleón agotados, bajo sus pies en el asfalto.
Como una catarata, la niebla envuelve los neones cegando la ciudad.
Resbala en filo por su piel. Fortunato Se detiene.
Surge «La voz del solitario».
– Mis queridos corazones despoblados…
El locutor pone especial énfasis, modulando cada palabra, por encima del «Nocturno» Chopiniano.
– Me llega vuestro silencio como un grito de socorro.
El cuchillo en sincronía con el piano inicia una danza loca por el escenario de la carne temblante.
– Aunque hayais sentido el abrazo traicionero en vuestros trabajos, hogares y de los que creíais amigos…
Brota la primera lágrima, lágrima de sangre que Fortunato dedica al mundo.
– Un teléfono os espera, para vuestra desesperanza. Si vuestro movil es…
El hombre, haciendo uso del exiguo saldo, lanza un último mensaje.
La niebla, cada vez más densa se cierne sobre la ambulancia, hasta la tercera vuelta de campana.
Los acordes musicales póstumos continúan surgiendo desde el humilde transistor.
La radio nocturna. Los programas de llamadas son un género que ha tenido grandes momentos. Las geografías humanas a esas horas siempre son imprevisibles. La radio que acompaña incluso las tragedias anónimas.
Mucha suerte María Jesús.
Muchas gracias Manuel, por emplear tu tiempo en mi lectura.
Un saludo
Relato bien estructurado. Todo encaja como un puzzle, entre la voz del locutor y la acción del suicida. Ningún elemento se queda en el aire.
Buenísima la forma, mejor el fondo.
Suerte.
Agradezco mucho tus bonitas palabras para mi historia. Hice todo lo posible para que así fuera. No sabía si lo había conseguido.
Saludos
La radio nocturna, último clavo al que aferrarse para corazones solitarios y vidas fracasadas.
Suerte, María Jesús. Un abrazo
Estoy de acuerdo contigo, Ángel La radio, siempre amiga, compañera y mágica.
Otro abrazo para ti.
Fantástico. He podido escuchar esa voz susurrante de locutor nocturno y he sentido el vértigo de las vueltas de campana. Mucha suerte, aunque con una historia así seguramente no la necesites.
LuisCar
LuisCar, Tu comentario me hace muy feliz.
Millones de gracias.
Un relato que se entrelaza y arma una figura perfecta.
Enhorabuena y suerte!
Muchísímas gracias por tu opinión, Patricia. La perfección es muy muy difícil de conseguir, y creo estoy algo lejos de ella.
Qué bien has hilvanado en esa partitura la trama de este drama, que sin desacordes, fluye para llenarnos de tristeza y emoción.
Muy buena tu historia María Jesús.
Un abrazo
Paloma, siempre tan cariñosa conmigo.
Me alegra que te haya agradado, el cuentito.
Besitos
Uffff, un relato precioso y bien armado.
Felicidades tocaya.
Descubrimiento: Somos Jesusas, ¡Que Guay! María J.
Viniendo de ti el comentario, dobla su valor.
Gracias mil.
Me ha llamado la atención el título con mi nombre.
Mientras leía he buscado la música que aparece en tu relato y he vuelto a empezarlo.
Es una ambientación perfecta que redondea la historia.
Mucha Suerte.
Gracias, Ana. Por tu comentario y por recordarnos con tanto detalle al genial «loco» de la colina.
Un abrazo.
Esperanza, la mejor palabra del diccionario. Incluye todas las posibilidades del hombre.
Gracias por dedicarme tu tiempo.
Un emocionante relato que hace eco del infortunio por el que atraviesan cada día más y más personas, gente que nos tropezamos en la calle, en la vecindad y en el supermercado. El desafortunado tiene un solo acompañante: un ambiente radial que te encargaste de incorporar muy bien al relato. Te deseo éxito en el bimestre dedicado al tema de la radio.
Un saludo cordial.
Me hace ilusión que tu relato, te hay emocionado, Öscar.
Saludos cordiales para ti tambíen.
María Jesús, tu cuento rezuma armonia y ritmo en su narrativa. Suerte y saludos
Como siempre, Calamanda mi agradecimiento por comentar.
Un saludo
Buen texto , enhorabuena, la vida sigue pese a las pesadumbres del otro.
Me halagas con tu comentario. Celebro que te haya parecido bueno.
Saludos cordiales.
En pocas palabras, medidas y cargadas de significación, has creado una atmósfera especial, entorno a la angustia y soledad de una de tantas personas que sufren en el mundo. ¡Me quito el sombrero por ti, María Jesús!
¡Cuanto agradezco tus palabras, María José!.
Me has emocionado.
Un cariñoso saludo.
Precioso relato sobre la soledad, y esas voces que ayudan a mitigarla dando alas a la ilusión. Pero, a veces, el infortunio te aplasta, se ceba con la esperanza. Tristísimo. Me ha encantado, María Jesús. Abrazos.
Salvador, siempre fiel a mis historias.
Millones de gracias, por tus halagos.
Esa radio que acompaña en cada momento concreto de la vida y haces tuyas sus ondas. Una última llamada en su soledad y fría existencia. Una esperanza que se pierde en una vuelta de campana.
Fantástico María Jesús. Me gusta la idea, el tono y como lo has narrado.
Un beso y suerte.
Gracias Belén, por tus elogios.
Saludos afectuosos.
Relato desgarrador como esa navaja que encabeza el texto, como ese cuchillo que danza sobre la carne (qué buena imagen, por cierto). Conmueve el hecho de que, a pesar de todo, el protoganista aún crea en la esperanza.
Saludos, María Jesús.
Carles, para mí, cada comentario tuyo es un honor.
Mil gracias.
Maria Jesús, has construido un relato que mantiene la tensión hasta el final, que culminas de una forma sorprendente y genial y en el que consigues enlazar dos historias, la del narrador y el oyente (acompañados de esa navaja), alternándolas en cada párrafo de una manera soberbia.
Me ha encantado.
Pablo.
Pablo, Tus palabras me satisfacen y aún más que te haya encantado.
Saludos afectuosos.
En la primera lectura no me entero. En la segunda, algo. Un desahuciado que se va suicidar y una radio con un programa nocturno que casi le salva. Uff, las tristezas del asfalto. No entiendo lo del número del teléfono y lo de la vuelta de campana. ¿La ambulancia tiene un accidente? Jo, qué cúmulo de desgracias. En fin, que me quedo más bien fuera, problema mío, seguro
No se preocupe Sr. Ximens. Sé que soy criptica. Sólo llego a un número reducido de personas muy especiales. Quizás por eso nunca llegaré a encabezar ninguna lista de los más votados.
Como siempre, mi agradecimiento por sus dobles lecturas.
Hola, María Jesús.
Nunca he escuchado mucho la radio, pero sé la legión de fieles que tenían aquellos programas nocturnos donde las personas se desahogaban con el locutor.
Hay frases hermosísimas: «La navaja sobre las venas malva», «Como una catarata, la niebla envuelve los neones…»
Te deseo mucha suerte y te felicito por el micro.
Millones de gracias, Towanda. Me alegra que lo hayas disfrutado.
Un abrazo y suerte para ti también, en tu estupendo relato, de este bimestre.
Dicen que cada vez que la vida te cierra una puerta también te abre otra. Solo palabras. Estamos hartos de ver que las desgracias se ensañan especialmente con los más débiles.
Muy buen relato, desolador en su mensaje, y con una construcción muy valiente y bien lograda.
Enhorabuena, María Jesús, y suerte.
Enrique, tu comentario me eleva la moral.
Saludos afectuosos.
María me encanta el tono poético que utiliza para describir la evolución de ese suicidio, palabras muy bien escogidas para un relato que narra una historia triste, pero contada con una belleza sobrecogedora. Si señora, me gusta.
Saludos
Beto, me encanta que un «super», entienda mi mensaje, y me dedique estos elogios.
Saludos afectuosos desde allende los mares
Alentador el título, y alentador el nombre del protagonista… (muy astuta al escogerlos) para descubrirnos una historia tan adversa. Te felicito por que has mezclado muy bien las dos voces, la del narrador y el locutor, y eso no es fácil… especialmente si se quiere conseguir que se entienda a la primera.
Un abrazo y mucha suerte.
Para mí es un éxito, que se haya entendido a la primera (no es fácil)
Te agradezco el comentario.
Emocionantes creo que eran aquellas lejanas noches en que la radio emitía entregas de historias de terror. Usted lo has conseguido Briones, ha sabido enlazar pasado y presente con acción y emoción, atmósfera con misterio y tensión. Difícil en tan escueta pluma.
¡Enhorabuena!
Muchísimas gracias, por tan generoso comentario, Lena.
Saludo afectuoso.
Me parece un gran relato. Has llevado muy bien esa fatalidad que siempre le he encontrado a ese tipo de programas nocturnos con los que nunca he acabado de comulgar por muchas cosas. Está todo muy bien hilvanado. Mucha suerte 🙂
Me alegra saber tu opinión, Juan Antonio, por ser uno de los grandes.
Saludos cordiales
Sin duda existe una radio de día y otra de noche. La de la noche debe ser así como tu la has pintado, con destinatarios sórdidos como en tu relato. Me ha llamado la atención el lenguaje, muy rico en las descripciones.
Felicidades
Eres muy amable, Asun.
Agradezco mucho tu opinión.
Un abrazo.