73. Exégesis (Jesús Mollinedo)
El furtivo encuentro nocturno tuvo lugar en un hotel de carretera de la ruta 66. Unas luces de neón rojas parpadeaban en la entrada. El hotelito, un antro de mala muerte regentado por una prostituta redimida, fue el lugar elegido. La música de fondo de los Eagles le daba al lugar un toque más intimista, relajado. Pero de paredes para dentro, en la habitación elegida estalló la locura. La lujuria entre aquéllos dos hombres, profetas de Dios en la iglesia redentorista de los últimos días de todos los siglos se desató. Nació de una lectura profunda y sosegada de las Sagradas Escrituras en las que Onán no deseaba compartir el placer con nadie.
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No me queda muy claro si la locura terminó en su entrega amatoria o acabó fatal con la muerte. Lo que sí está claro era que se amaban aunque su religión se lo prohibiera. Muy breve y muy condensado paro conmovedor. Un abrazo
Buenas tardes Gloria. Gracias por tus palabras. No hay muerte final, solo un amor por encima de los convencionalismos, solo una oportunidad para elegir, para ser. Es lo que intento expresar, aunque a veces el miedo, el temor a romper cualquier barrera existe, pero por encima de todo, a los sentimientos y a la ibertad humana por decidir no se la engaña. Gracias.
Me gustan la atmósfera, las descripciones, la ambientación.
Escribes con ritmo y síntesis pero cuentas bien la historia. Yo lo veo como algo irónico y con humor, y no capto ninguna muerte, más bien una fiesta para ellos, eso sí, todo muy meditado y formal 😛
Suerte y abrazo.
Creo en mi humilde opinión que lo has captado a la perfección. A veces las grandes verdades o los mas espinosos asuntos hay que tratarlos de un modo irónico y con humor, no para criticarlos por sí sino para hacerlos mas normales, porque la vida al fin y al cabo, aún con sus múltiples complicaciones, es más normal de lo que nosotros nos creemos. Ya se sabe que queremos ser el centro del universo y no somos mas que una parte de él. Gracias por tu opinión sincera.Abrazos.
Y es que cada quien busca la interpretación a los libros sagrados que más le conviene, le gusta o va con sus aficiones. ¿Y por qué no hacerlo? Nadie debería nunca coartarnos la libertad.
Suerte y saludos.
Gracias Rafael. Estoy totalmente de acuerdo contigo.
Te podrías quedar en lo irreverente del relato pero como bien dices encierra algo que pesa mucho más y que le procura galones al texto: hay cosas que están por encima de los convencionalismos y que merecen sobrevivir a los corsés que muchas veces imponen algunos modelos de sociedad o nosotros mismos. Buen relato, sin duda. Mucha suerte 🙂
Tu mismo lo has dicho juan antonio. A veces luchar contra todo convencionalismo es la peor de todas las batallas. Con lo bonita que es la libertad y lo que cuesta conseguirla y mantenerla. Gracias.
Jesús, la lectura es tan buena excusa como otra cualquiera para dar rienda suelta al amor y a la pasión. Seguro que ahora son mejores profetas. Muy bueno. Abrazos.
Gracias por tus palabras Salvador. Te puedo asegurar que no hay alergia o enfermedad que no se cure con amor que es lo que falta en nuestra sociedad. El resto, ya sabemos lo que es el resto. Paciencia y a seguir andando que es lo que todos deseamos.