71. Extrañamiento
Al terminar las vacaciones murieron todas las cigarras. Las guardamos debajo de la ropa, entre los regalos de mamá y una novela de Cartarescu. Sus cadáveres verdes apenas ocupaban lo que un puñado de recuerdos. Desde la terraza del hotel vimos sus laúdes y guitarras abandonados en la playa. Iban y venían a merced de la marea, entre restos de medusa y barcas de bajura. Remolcamos las maletas hasta el aeropuerto como arrastra un condenado sus excesos al borde del cadalso. Allí nos derrumbamos. Entre las voces metálicas que anunciaban los vuelos, reconocimos el adiós de sus cantos espectrales.
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Qué tendrán los viajes en familia y los periodos de asueto que tanto nos cuesta volver. Siempre se recomienda desconectar alguna vez, pero cuando se consigue, el retorno a la rutina, decir adiós a ese sueño que concluye, deja vacío. El que sepamos que se trata de una sensación temporal, ya vivida otras veces, no le resta desazón.
Un relato sobre las sensaciones que se engloban en lo que llaman síndrome postvacacional, contado con oficio y poesía.
Un abrazo y suerte, Juancho.
Muchísimas gracias, Ángel, por tu generosa lectura y por tu certero comentario. La verdad es que he repasado el micro después de leerte y ahora me arrepiento de haberle empezado así. Creo que el relato habría tomado un sentido más amplio si hubiera empezado por algo parecido a: «Antes de partir murieron todas las cigarras». Pero ya está hecho, jjajjaja…
Gracias de nuevo y un abrazo!!
Qué bonito micro Juancho, en el que los laudes y las guitarras abandonadas en la playa provoca una imagen tan potente en mi mente que son el centro de la historia.
Saludos
Muchas gracias, Isabel! Estaba pensando que guitarras está demasiado cerca de cigarras y que quizá debería haber elegido otro instrumento como ukelele, bandurria o timple. Debería repasar mejor los relatos antes de publicarlos. Muy agradecido por tu lectura y por tu cariñoso comentario.
Un saludo!!