F22. LAS OREJAS MÁS GRANDES DEL MUNDO, de Moral
Tenía las orejas más grandes que había visto en toda mi vida.
—¿Me estás mirando las orejas? —me preguntó sonriendo.
—¡No!… Si.
—Llaman la atención, ya lo sé. No me molesta que las miren.
—Perdone, pero son…
—¿Quieres tocarlas? A veces me lo piden. Puedes tocarlas si quieres.
—No… gracias. Me conformo con mirar.
—Lo digo porque mañana será tarde: me voy, vuelvo al bosque y no regresaré hasta finales de otoño.
—Ya…
—Soy el escuchabosques. Solo paso el invierno en el pueblo.
—El escuchabosques… el escucha-bosques, el escuchador de bosques, el que escucha los…
—No sabes quién soy, ¿verdad?
—Pues claro… ¡No!
—Para que lo entiendas: soy como el forestal del sonido. Catalogo, clasifico y cuido los sonidos del bosque. Que todos se oigan, que no falte ninguno: el murmullo del agua, el canturreo y gorjeo de los pájaros, el aullido del lobo o el zorro, el gruñido del oso, el ulular del búho o el mochuelo, el chasquido de las hojas, el croar de las ranas, el berreo, los bramidos, relinchos, zumbidos, chirríos, graznidos, silbidos, mugidos,… Que todo se oiga donde, cuando y como tiene que oírse.
—Y ¿eso importa?
No me contestó, solo me miró con pena.
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Es divertidísimo y sigue la estela de la literatura sobre Los Elementales con brillantez(Muchos participantes han intentado el asunto y no lo han conseguido, a fe mía)Así que lo encumbraría al cuarto peldaño ¡Vaya si lo merece! por detrás de fcinco. ¡Salud Moral, te aplaudo!
Anónimo, me alegra que me encumbres a uno de los cinco pódiums.
Siempre es gratificante que valoren o premien tu trabajo.
Saludos y muchas gracias.
No sé si es peor el comentario que el cuento, pero ambos estarían descalificados desde el principio. Uno por aburrido y el otro porque lo considera divertidísimo y llama literatura a un relato de sopor y con un vocabulario del siglo pasado.
Hola, Isabel.
Reconozco tu trabajo, y es de valorar: has leído mucho. Independientemente del contenido de tus comentarios, creo que has sido una participante modelo. Tengo que reconocer que a mí me ha dado más pereza… ir comentando uno por uno cada relato, después de leerlos y votar a mis elegidos.
De tu obra no puedo opinar, pero estoy de acuerdo contigo en que había muy buenos relatos que no han sido seleccionados.
Personalmente, creo que las críticas negativas nos ayudan a mejorar, a superarnos… Porque de todas las opiniones se aprenden.
Saludos, Isabel, y gracias por tu comentario. ¡Lo tendré en cuenta!,… casi tanto como a los positivos.
Creo que es preciosa la idea, me recuerda al Principito…Pues claro que importa por qué las rosas se afanan en ponerse espinas si las devoran igualmente!
Anónimo, me resulta muy tierno que te recuerde a «El principito». Cada mente somos un mundo… Cada opinión y comentario solo refleja ese mundo interior al que me refiero.
Tu comentario rebosa sensibilidad y ternura.
Saludos, Anónimo, y muchas gracias por tus palabras.
buena historia para la redacción del colegio
sendero3
Hola, Sendero3.
A mí también me parece que historias así tendrían que inundar las alualas de nuestros hijos. Que les ayudaran a sensibilizarse, interesarse, y actuar en beneficio de la naturaleza; en el respeto del medio ambiente. Seguro que haciéndoles llegar el mensaje en forma de cuento, ¡funcionaría! Los niños son más receptivos que los adultos: están menos «contaminados».
Saludos, sendero3
Mucha sabiduría en el personaje y buena historia.
Felicidades.
Gracias, Antonia.
Y gracias a todos los que os habéis molestado (me alegro por los que además los hayáis disfrutado) en leer mis relatos.
Seguro que nos volveremos a encontrar en la siguiente propuesta de JAMS.
Un saludo a la organización y a todo el «bosque».