54. Factura
En el recibo de la luz, la simpática mascota de la compañía presentaba en un gráfico el gasto mensual. Así, si éste había subido ponía cara triste señalando la curva ascendente. Para no verlo afligido, el titular de la cuenta resolvió ahorrar. A partir de entonces, sustituyó su moderna vitrocerámica por un hornillo de gas, la lavadora por una piedra estriada, el televisor por un transistor a pilas. Tanto descendió el consumo que la empresa eléctrica prescindió de su gracioso símbolo en sus siguientes cartas.
Los logotipos, igual que los emoticonos, transmiten información y hasta crean tendencia. Sería muy de agradecer que en algo tan tedioso como el recibo de la luz se incluyera un muñequito simpático, aunque nunca se sabe las consecuencias que puede tener, en este caso, beneficiosas para el medio ambiente y para el bolsillo del cliente, pero también ruinosas para la compañía eléctrica.
Una forma original de abordar el tema de la luz,
Un saludo y suerte, Raúl
Muchas gracias Ángel
Cuando la ecología se interpone a los intereses económicos.