Esta Noche Te Cuento. Concurso de relatos cortos

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FEB10. AFÁN DE ETERNA JUVENTUD, de Anna Jorba Ricart

Aquel fosforescente cartel “Damos vida a tus años” me llamó la atención. Fue cuando la vi salir. Me pareció una Cabbage Patch Kids, hinchada como un globo a punto de elevarse. Pensé que le habrían asegurado, tras un intenso tratamiento estético, que luciría ojos rasgados, pómulos y labios luminosos, cuello erguido, tetas concupiscentes y culito respingón, para resaltar su belleza.
Sentí pena al verla. Me pareció una patética presa humana, en la espiral sin medida, hacia la ansiada “eterna juventud”.
Estuve a punto de recomendarle al pintor Basil Hallward para que hiciera un pacto, como hice yo, con el diablo, y nunca envejecer.
Recapacité. Para qué iba a desearle tanto mal.
Ella, tarde o temprano moriría por ley de vida, sin embargo yo, desde hacía siglos, atrapado en un cuerpo imperecedero, seguía consumiéndome vivo en la lujuria y corrompido en el vicio y los placeres inmorales.
Me sentí solo, sin familia, sin amigos. En aquel instante quise morir.
Al llegar a casa, apuñalé el retrato y me fui con los míos.

19 Responses

    1. ¡jejejejeje! Isabel. Decirte lo mucho que también me he reído ideando el escrito y lo que he disfrutado. De eso se trata.
      La satisfacción que se añade es que alguien como tú, me deje un comentario. Gracias.

  1. Yo opino como Ramón. Jamás me apuñalaría. Si acaso corregiría un poco la depravada vida que llevaba pero no tiene sentido que solo por ver salir a una señora rellena de silicona, de repente se mate y se vaya a reunir con los suyos, pero la imaginación es abierta y libre y va por los caminos que le indica su musa.
    Mucha suerte Anna (no sé cómo quieres que te llame, si simplemente Anna, Anna del Rincón o ….)
    Un saludo.

    1. Ricardo, me llamo Anna.
      La interpretación que haces como lector, me ayuda a entender que han faltado elementos para transmitir mejor lo que yo hubiera querido.
      Por el simple hecho de ver a una siliconada,muñeca repollo, claro que no justifica revelarse, tienes razón, viene motivado por un acumulo de cosas. Ahí está el «quid » de no haber sabido reflejarlo.
      Siempre hay que aprender y tener en cuenta al lector.Gracias por tu comentario.
      Saludos

      Anna J R

  2. Anna, me parece bien como desde un inicio completamente jocoso y con luces de neón incluídas, has ido derivando hacia una soledad eterna y decrépita en lo moral.
    Sólo corregiría una cosa, y es el parágrafo «Me sentí solo, sin familia, sin amigos. En aquel instante quise morir»
    Sin él y con ese final tan acertado, la historia queda redonda. Espero te sirva al menos para considerarlo.
    Suerte y un abrazo.

    1. Muchas gracias Antonia.
      Ésto es lo que me gusta de los comentarios, que sean activos y sirvan de critica constructiva, que es una forma de aprender muy directa.
      ¡claro que lo voy a tener en cuenta!
      Saludos
      Anna J R

  3. Anonymous

    Anna… creo que has querido hacer un homenaje a la esencia de la historia relatada por Wilde y lo has conseguido. Para ello te has servido de un detonante «jocoso» pero que ha removido algo en el protagonista y ese hecho ha enlazado con el cuestionamiento de su moralidad, creo que está muy bien hilada la trama.

    Por mi parte, ninguna objeción, al contrario!!

    Que tengas mucha suerte!!!
    Un abrazo
    Marta T.

    1. Marta T, ya se sabe que opiniones hay muchas, a favor y menos a favor, según cada uno interprete lo que lee. Pienso que lo importante es tratar de decir algo que llegue a la máxima gente posible, con la misma o parecida interpretación de lo que la/el que escribe trata de expresar. Todo lo que se opina es válido y sirve para tenerlo en cuenta.
      Gracias a ti. Abrazos.

      Anna J R

  4. Se lee muy bien tu prosa y planteas un tema de actualidad, el culto a la belleza de plástico. Además de pones en papel del protagonista del mes, qué jodio, y lo bien que lo pasó haciendo las maldades. Es broma. Buen trabajo, suerte en el retrato fin de mes.

  5. Anna, en esta historia el personaje principal (Gray); primero se burla de la mujer al compararla con una muñeca repollo; pero luego reflexiona que él también ha sido víctima del imperativo de la moda y la juventud al permanecer exteriormente joven, pero con un alma corrompida, vieja de pecados y pobre en amor. Si el precio a pagar por esa mujer para oirse llamar hermosa y perfecta por el mismo médico que le hizo la cirugía, ha sido convertirse en un monstruo ridículo, el precio de Gray ha sido cargar con un monstruo interior.

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